El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha visitado hoy la Unidad de Madres “Irene Villa” del complejo penitenciario de Alicante, la cuarta de este tipo abierta en la red carcelaria y que comenzó a acoger a internas con menores a su cargo en octubre de 2020.
Durante su recorrido por las instalaciones, el ministro ha estado acompañado por el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, y la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, así como otros miembros de la secretaría general y del equipo de dirección del complejo penitenciario.
El ministro del Interior ha recorrido las instalaciones, en las que se ha interesado por conocer el trabajo de los funcionarios en este tipo de unidades, diseñadas para paliar el impacto que en los menores que tienen que convivir con sus madres internas puede suponer el régimen de privación de libertad. En la actualidad, en la Unidad de Madres “Irene Villa” conviven trece madres, en situación de segundo grado penitenciario o en calidad de preventivas, que cuidan de doce menores.
Durante el recorrido, Grande-Marlaska ha señalado que el objetivo de la visita ha sido tanto conocer de primera mano las instalaciones como enviar un “mensaje de respaldo” a iniciativas que buscan “preservar los derechos de las personas internas que, por sentencia judicial, están privadas de la libertad de movimientos pero no del resto de sus derechos”.
Necesidades de los menores
En el Complejo Penitenciario de Alicante, la Unidad de Madres “Irene Villa” es un edificio independiente que alberga 32 habitaciones, una de ellas adaptada para personas con movilidad reducida y dos dobles pensadas para albergar a una madre con hijo y a una embarazada. Cada habitación estándar tiene una superficie de 22 metros cuadrados distribuidos en un estar-comedor, oficio, dormitorio y cuarto de baño.
Las unidades de madres son entidades arquitectónicas independientes, separadas del centro penitenciario, destinadas a albergar a internas con hijos menores de tres años de edad y a embarazadas. Están diseñadas en función de las necesidades de los menores y concilian el cumplimiento de la condena de la madre con el derecho de los hijos e hijas a vivir una infancia feliz.
Para ello, las medidas de seguridad están configuradas de manera que no sean percibidas por los pequeños (cámaras de TV y controles magnéticos). El objetivo es dar un aspecto amable, familiar e infantil a los espacios comunes y crear un ambiente pensado para los menores.
La Unidad de Madres “Irene Villa” de Alicante es la cuarta de este tipo en España tras las instalaciones similares abiertas en Madrid, Sevilla y Mallorca.
