La Policía Nacional ha detenido a un individuo de origen paquistaní y de 24 años tras propinar un puñetazo en el rostro a una doctora del centro de salud Virgen de Linarejos (Linares). La facultativa trataba de socorrerlo tras caer desmayado en la sala de espera, cuando sufrió la agresión. El único motivo era su disconformidad por ser atendido por una mujer debido a asuntos religiosos y culturales.
La víctima se encuentra actualmente de baja laboral, no solo por las lesiones sufridas, sino por las secuelas psicológicas registradas tras la agresión. La rápida intervención del personal evitó males mayores.
Los hospitales sigue siendo uno de los lugares donde más agresiones reciben sus trabajadores. Velar por la seguridad de estos profesionales es crucial. Las administraciones competentes deberían ponerse manos a la obra para reducir este tipo de sucesos violentos en centros sanitarios.
La última reforma del Código Penal, llevada a cabo en el año 2015, elevó a la categoría de atentado las agresiones contra los funcionarios sanitarios (art.550 C.P), contemplando penas de 6 meses a 3 años de prisión. La novedosa y reforzada protección jurídica no ha sido suficiente para reducir la altas tasas de incidencias que azotan a este sector.