Así de duras son las palabras de la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar, la cual narra unos hechos ocurridos en la prisión de Puerto III, en los que el interno V.O.R. regresó de permiso a la prisión, y que los funcionarios tienen fundadas sospechas que posee varios objetos prohibidos en su celda. El Jefe de Servicios autoriza un cacheo conforme al reglamento.
A las 20:15h se presentan cuatro Funcionarios en una de las galerías del módulo nueve a realizar el cacheo y la requisa de la celda, siendo dos de dichos trabajadores de otro departamento.
Cuando llegaron a la celda el interno se percató de la presencia de los funcionarios y se metió inmediatamente en la ducha, y una vez en el interior de la celda se procede al cacheo del interno, después se le ofreció que se vistiera pero se negó, prefirió ponerse una toalla únicamente y salió descalzo de la celda para que se procediera a la requisa de la misma.
Se le incautan un Pendrive, una tarjeta SIM y drogas, y el interno al ser preguntado por la sustancia de una bolsita con polvo blanco dice que es “rebujo” y que es droga para consumo propio.
Desde TAMPM exponen que el interno denuncia al Defensor del Pueblo que se le habían vulnerado sus derechos, porque le habían tenido mucho tiempo esperando en la puerta de la celda a que terminase la requisa. El cual calificó de trato degradante al ver las imágenes sin audio y sin conocimiento del reglamento penitenciario.
La Dirección del Centro pone inmediatamente en conocimiento de la Secretaria General la calificación del Defensor del Pueblo, comenzando así su maquinaria de blanqueo y culpabilizando a sus trabajadores de cualquier tipo de evento que ensucie su política de maquillaje de la realidad en las prisiones de cara a la sociedad.
Desde esta asociación denuncian que al funcionario encargado del departamento se le abre Expediente Disciplinario por Falta Grave (por tener al interno mucho tiempo en la puerta de la celda con una toalla y descalzo) aún actuando conforme al reglamento. Sin embargo al interno le es sobreseído el parte y goza a los pocos días de un nuevo permiso y al regreso le es incautado nuevamente drogas.
TAMPM: “Por dictamen del ministro de interior la presunción de veracidad se le otorga a los internos en vez de a los funcionarios de prisiones, poniendo en tela de juicio siempre su trabajo y poniendo en grave peligro la seguridad de las prisiones”.