Funcionarios de prisiones han incautado más de 600 gramos de hachís y al menos 12 móviles en una operación antidroga que han desarrollado en el Centro Penitenciario de Navalcarnero (Madrid IV).
ACAIP-UGT, Sindicato mayoritario en prisiones ha querido poner en conocimiento de la sociedad estos hechos hechos que se iniciaron el pasado viernes cuando, tras detectar los funcionarios de la prisión de Madrid IV que los talleres productivos se habían convertido en puerta de entrada de sustancias prohibidas en prisión. Precisamente, por ese motivo se procedió al registro y precintado de una de las naves.
En una primera requisa de las instalaciones se localizó un teléfono móvil (objeto prohibido dentro de la prisión). El lunes, con la colaboración de la unidad canina de prisiones del Centro Penitenciario de Valdemoro (Madrid III), se aprehendió un alijo de más de 600 gramos de hachís en planchas de unos 100 gramos, y otros 8 teléfonos, todos ellos de pequeñas dimensiones. En registros posteriores llegaron a localizarse, al menos, 3 teléfonos más.
“Queremos destacar la gran labor realizada por los trabajadores de la prisión de Navalcarnero, gracias a la cual se ha podido desarticular una importante vía de entrada de sustancias y objetos prohibidos en la prisión madrileña evitando, de esta manera, el negocio que se pudiera producir dentro del centro penitenciario”, manifiestan desde ACAIP-UGT.
Las deudas generadas para hacerse con estos elementos y la lucha por el control de los mismos son fuente de conflicto en prisiones. De hecho, hace pocas semanas se produjo una pelea multitudinaria en la prisión de Estremera, supuestamente, por el control del tráfico de estupefacientes, que se saldó con varios funcionarios lesionados.
Esta operación supone un duro golpe contra la droga en el Centro Penitenciario de Navalcarnero y un éxito del trabajo de los funcionarios de esta prisión madrileña, que, una vez más, demuestran su implicación y profesionalidad a pesar del déficit de personal que arrastra de 123 vacantes, de las cuales 84 corresponden al área de vigilancia, casi el 70%.
“La situación de esta prisión es trasladable al resto de centros dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que, a pesar de las últimas convocatorias de plazas, sigue arrastrando de más de 4000 vacantes, ya que apenas se cubren las bajas vegetativas, lo cual se verá incrementado por las próximas jubilaciones que se prevén, en muchos centros la edad media de los trabajadores supera los 55 años”, reivindican los representantes de los trabajadores.
ACAIP-UGT ha vuelto a reivindicar la necesidad de la cobertura de todas las plazas vacantes y que se actualicen las relaciones de puesto de trabajo para ajustarse a las nuevas necesidades, así como una mejora de las condiciones laborales y retributivas del personal penitenciario acorde a la importante labor, esfuerzo y dedicación de las plantillas.