La formación para los funcionarios de servicio en unidades uniformadas resulta fundamental, ya que deben afrontar a diario problemáticas muy diversas, aplicando para su resolución una normativa amplia y cambiante, siendo la mayoría de las veces, por no decir todas, los primeros actuantes en llegar al lugar de los hechos.
Bajo la anterior premisa, la Unidad Especial de Subsuelo a la cual pertenezco ha sido invitada para participar en una jornada de actualización y reciclaje, dirigida básicamente a personal del Grupo de Atención al Ciudadano, en aras de aportar un conocimiento general sobre las peculiaridades de las infraestructuras subterráneas que dominan el entresijo urbano, alguna de ellas, a veces, protagonista en alguna que otra intervención de los compañeros de Radiopatrullas.
Cuando se materializa un incidente relacionado con un espacio confinado, cuando una vida corre peligro y se necesita ayuda urgente, los primeros en llegar a este tipo de situaciones serán siempre los compañeros que integran el Grupo de Atención al Ciudadano; el “ZETA”
Teniendo en cuenta tal circunstancia, desde nuestra especialidad hemos intentado aportar un granito de arena para que las intervenciones del grupo G.A.C. contengan una información extra, combinando la operatividad y la seguridad para actuar con incidentes en espacios confinados.
Se han tratado temas como los incendios o caídas en infraestructuras soterradas, como por ejemplo en centros de transformación eléctrico. Una de las claves con este tipo de infraestructura es el corte de suministro, y para ello es conveniente saber dónde y cómo buscar la información necesaria para que la Sala del 091 pueda agilizar las gestiones con la empresa propietaria del servicio, habida cuenta del riesgo de arco eléctrico que rodea este tipo de lugares, así como las distancias de seguridad según el voltaje presente en los mentados centros.
Dichos centros de transformación se alimentan de tensiones que pueden llegar a los 25.000 voltios, y una vez adaptada al consumo de nuestros hogares reducirla a 220/380 voltios; entre estos valores nominales, reside peligro suficiente para que una descarga eléctrica genere la muerte, amputaciones o quemaduras de carácter grave.
Los escapes de gas en edificios es una de las comisiones que están al orden del día. Este suministro va canalizado hasta los hogares de los clientes que tienen contratado este servicio.
Con relación a este tipo de requerimientos también se ha impartido una serie de consejos; desde una explicación sobre la red de distribución y localización de acometidas, hasta las diferencias de comportamiento y rangos de inflamabilidad entre gas metano, propano y butano. La finalidad es poder solventar la incidencia de forma segura y agilizar el trabajo a los bomberos.
Los accidentes en fosas sépticas casi siempre acarrean víctimas mortales, un gran número de ellas casi siempre realizando labores de rescate. En este tipo de intervenciones, y por parte del personal de la Especialidad de Subsuelo se hizo hincapié en la forma de proceder, así como los peligros que esconden en su interior y en qué forma se pueden manifestar.
Es sumamente importante y vital evitar la entrada sin medios apropiados, de hacerlo se correría la misma suerte que los accidentados. En una comisión de estas características, para la Unidad de Subsuelo, quien ejercerá labores de rescate, es fundamental la información que el Zeta pueda aportar; como puede ser el número de aberturas de la fosa, dimensiones, profundidad estimada, número de víctimas, tiempo que llevan en su interior, posibles lesiones, medios de protección que llevan, nivel de consciencia, si están sumergidos en los residuos, qué tipo de residuos: acuosos, lodos, purines, etc., todo ello para hacer una composición de lugar y así organizar de forma ágil las tareas de rescate, personal necesario, material imprescindible, forma de actuar y plan de contingencia.
No solo los ciudadanos van a requerir la presencia del GAC para que les puedan ayudar en cualquier momento, también nos debemos ayudar mutuamente, por eso, en caso de ocurrir en nuestro quehacer diario un accidente durante una de nuestras inspecciones bajo tierra, serán ellos los primeros en llegar a nuestra posición para ayudarnos a rescatar al binomio de inspección que recorre el subsuelo.
En nuestro trabajo diario, el riesgo está siempre acechando, y cuando el riesgo se transforma en un accidente nos ponemos en lo peor, esto significa que los compañeros que están en el subsuelo se han encontrado de forma súbita con una atmósfera nociva sin tiempo a reaccionar para salir a superficie, con el hándicap que no existe forma alguna de comunicación desde superficie con el subsuelo y viceversa.
Una llamada por nuestra parte significa que el apoyo es urgente y vital, explicando a los compañeros las peculiaridades de la situación, y aportando una pautas básicas de actuación para mejorar la coordinación entre dos grupos heterogéneos; acciones como ampliar la zona acordonada, habilitar espacio para bomberos y sanitarios, manejo de los sistemas de extracción de víctimas, reservar zona para asistencia de heridos, técnicas de arrastre, evitar exposición mediática, etc. son sencillos pasos que pueden salvar vidas.
Han sido unas jornadas de actualización más que necesarias, donde no estuvimos solos, también se impartió formación sobre la Sala CIMACC 091, actuaciones policiales con personas que padecen enfermedades mentales o tendencias agresivas, técnicas de engrilletamiento e inmovilización, primeros auxilios, actuaciones de orden público e intervenciones con vuelos de drones no autorizados.
Cada uno de nosotros arrimando el hombro para hacer llegar la formación a aquellos que más se les exige, y que componen el eslabón principal en esta Institución y son la cara más visible ante la ciudadanía, y, por ende, imagen por excelencia del trabajo más importante de la Policía Nacional. Este artículo va por ellos y para ellos, los compañeros del GAC, GOR y UPR, siempre disponibles, ejemplo de entrega diaria, la definición perfecta de lo que es ser un “POLICÍA” en cuyas divisas se vislumbra la vocación sin límites.
Autor: Indicativo TOPO
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