Otro año más la fiesta del odio hacia la Guardia Civil se ha celebrado, esta vez, con la anuencia del poder judicial.
La Fiscalía de Navarra rechazó actuar contra “el día de la expulsión” que se celebra cada año, para que se vaya la Guardia Civil y la Policía Nacional de la comunidad.
Según la fiscalía no hay hechos constitutivos de delito.
Su argumentación la basa en una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 2018 en la que viene a decir que: Los cuerpos policiales no pueden considerarse un grupo o colectivo que necesite una protección especial bajo el paraguas del discurso del odio. Por el contrario, se trata de una institución pública, que como otras de su clase, debe tener mayor grado de tolerancia ante las palabras ofensivas”
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben tolerar las ofensas.
La Audiencia Nacional rechazó prohibir esta “fiesta” al no haber antecedentes de delitos graves.
Alasua está gobernada por Geroa Bai, donde se ha organizado una jornada con carreras, comidas y conciertos. Todo ello para exigir que la Guardia Civil haga las maletas y se vaya del pueblo.
Una celebración donde simulan supuestas torturas policiales, represión policial o relacionan a ciertos partidos políticos con símbolos nazis.
No ha faltado la reivindicación para la libertad de los acusados de la brutal paliza que recibieron dos guardias civiles y sus parejas en 2016, por el mero hecho de pertenecer al Instituto armado.
Todo ello se celebra con el visto bueno del Ayuntamiento, donde cerca del mismo hay un contador, que muestra los días que llevan encarcelados los agresores de los guardias civiles y sus parejas.
A esto hay que sumar la anuencia también de la Audiencia Nacional que no ha prohibido la celebración al no poder actuar, dice, con carácter preventivo.
Q se vayan a tomar por culo mierda de terroristas. No son españoles, son hijos de satanás. Y quién se lo consiente, otra escoria