El coronavirus ha vuelto a azotar con crudeza a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en primera línea de batalla contra el virus desde el primer momento. Se trata del inspector de la Policía Nacional Sebastián Sabariego Rivero, “Sebas” –como le gustaba que le llamaran- de 54 años y padre de dos hijos.
Sebas llevaba más de un mes hospitalizado batallando contra el coronavirus, hasta el último aliento, hasta el último suspiro. Lo hizo con la misma perseverancia y empeño que lo llevó, desde sus inicios en Cataluña en la escala básica, allá por el año 1987, a convertirse en un reputado inspector de la Policía Científica de Málaga.
Este jueves ha recibido un emotivo homenaje en el patio central de la Comisaría Provincial de Málaga, donde llevaba destinado desde 1991. Un sentido minuto de silencio otorgado por sus compañeros, entre los cuales, Sebas era muy querido y apreciado.
El inspector Sabariego era natural de Sevilla, padre de dos hijos y tenía 54 años de edad. En el ámbito personal Sebastián disfrutaba de la lectura, la historia y el cine clásico como sus principales aficiones. Atrás deja un vacío insustituible.
Se convierte en el quinto fallecimiento producido en el seno de la Policía Nacional, desde que comenzara la pandemia del COVID-19, y que se ha llevado la vida por delante de más de 22.000 personas en España.
Sentimos profundamente el fallecimiento de Sebastián, inspector de la Policía Nacional que nos ha dejado a los 54 años, en Málaga, víctima de la #Covid_19
Un fuerte abrazo a su familia y seres queridos.
DEP pic.twitter.com/kk7t3OMSBg
— Policía Nacional (@policia) April 23, 2020