Según ha podido saber H50, la defensa letrada del padre de Paco Sanz, señalado por las víctimas como colaborador en las estafas de su hijo ha pedido la extinción de la responsabilidad penal contra su defendido por fallecimiento del mismo. A la vez se extinguiría la responsabilidad civil del acusado, es decir, la posibilidad de que devolviera parte del dinero a los presuntos estafados. Sin embargo, quedaría abierta una demanda civil para que su hijo se hiciera cargo de su parte de indemnización si es condenado.
A Paco Sanz se le había diagnosticado en 2009 el síndrome de Cowden, una enfermedad rara de origen genético que se caracteriza por la aparición de una serie de tumores benignos. Se le concedió la incapacidad absoluta para trabajar por enfermedad común con una pensión de 745,99 euros.
Aprovechándose de su enfermedad, según la Fiscalía, urdió un plan que funcionó hasta 2017, cuando fue detenido por agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Puente de Vallecas tras una ardua investigación. Hizo creer que su caso era realmente mucho más grave y que la única manera de salvarse era un tratamiento experimental que no existía en España; primero creó una página web en la que exageraba los síntomas para “conmover” a posibles donantes con expresiones como “me avergüenza pedir dinero”, “solo quiero seguir viviendo” o “las autoridades me ignoran”.
La policía le detuvo el 8 de marzo de 2017. Un donante se dio cuenta del timo y denunció en la Comisaría de Puente de Vallecas. El caso de Paco Sanz es una estafa similar a la de la niña Nadia, cuyo padre ha sido condenado a cinco años de cárcel por utilizarla como cebo para recaudar dinero, apelando también a que su hija necesitaba ser operada urgentemente de una extraña enfermedad o moriría.
El informe definitivo que la policía aportó al juzgado revelaba que Paco Sanz ciertamente padece desde el año 2009 una enfermedad rara, el denominado síndrome de Cowden. Y que se trata de una afección genética que se caracteriza por la aparición de una serie de tumores benignos denominados hamartomas. Paco Sanz mintió en redes sociales y televisiones haciendo creer que su enfermedad era muy grave y que le quedaban “escasos meses de vida” si no pasaba con urgencia por un costoso quirófano de EE.UU.
Incluía en la página varios números de cuenta, en las que implicaba a sus padres, y ofrecía también la posibilidad de enviar un SMS solidario con la palabra “Paco” y un coste de 1,45 euros. En 2012 creó la “Asociación Paco Sanz para la investigación del síndrome de Cowden España” (Apsisce).
El ensayo clínico en el que participó era sufragado por un centro en EE.UU. y el medicamento se le suministraba gratuitamente en España
Los Padres de Paco Sanz figuran como acusados en el proceso por una de las mayores estafas que han tenido lugar en España y que su investigación fue iniciada por el que fuera Comisario de Puente de Vallecas, Manuel Soto Seoane, junto con su equipo de judicial, durando más de dos meses hasta la detención de los acusados.
Las acusaciones les señalan como beneficiarios y parte de una “organización criminal” montada para recaudar beneficios con donaciones. De hecho, las acusaciones que representan a las víctimas, artistas y famosos piden hasta 27 años de cárcel para Paco Sanz y una veintena para sus padres. La fiscalía pide para Paco Sanz seis años de cárcel por un delito continuado de estafa al engañar a cientos de personas (más de 14.000 según el último atestado policial) entre ellos artistas y famosos.
Lo que más indignó a las miles de personas que se compadecieron de Paco Sanz fueron los 17 vídeos que halló la policía en su casa y en los que se burlaba de sus donantes y el manuscrito de sus premeditados ardides para sacarles el dinero. “Hay que hablar pausado [en la televisión]”, “ganar la confianza [de la gente]”, “no vacilar”, “hablar por temas”. Con este método, desplegado en televisiones y redes sociales, Paco Sanz, de 46 años, el hombre de los 2.000 tumores, estafó a 14.000 personas que le ayudaron a combatir su enfermedad. Les sacó 353.027 euros de donaciones en las casi 2.200 transferencias de dinero que cosechó de personas bienintencionadas que creyeron sus mentiras, es decir, que moriría en seis meses si no le operaban en Estados Unidos. Y para ello pedía dinero. No le importaban las pequeñas aportaciones, decía.
El olfato policial de los funcionarios, junto con el instinto y la experiencia del Comisario Principal Soto Seoane, consiguieron finalizar con gran éxito todas las actuaciones policiales del “caso Paco Sanz”, siendo otorgadas diversas condecoraciones a los funcionarios del operativo.
Soto ingresó en la Policía en 1985 y desde ese año ha tenido destinos como la Subdirección Operativa, la Subdirección General de Inspección, la Unidad de Coordinación de la Dirección General de la Policía, la Unidad de Asuntos Internos o las comisarías de La Laguna, Puerto Llano, Puente de Vallecas y Centro. Igualmente se encargó de la Unidad de Cooperación del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la Comunidad de Madrid y actualmente es Comisario Principal de la Policía Nacional en la Secretaría General del Gabinete Técnico del Director General de la Policía.