La verdad es que estamos cansados de gritar y gritar la desprotección del menor, en medio de personas desequilibradas que no sólo no debieran tener la custodia sino tampoco estar a solas con la menor.
Los medios deben tratar por igual un supuesto asesinato sea hombre o mujer. Hastiados de ver hablar de suicidio ampliado cuando es una mujer y de etiquetas de asesino a un hombre. Creo en la evidencia de un trastorno de folie a deux, o traducido, locura a dos. Es un desequilibrio en el que una personalidad es absorbida completamente por otra convirtiéndose en una única personalidad.
Es decir, como en una especie de robot, lo que hace una persona lo repite automáticamente la otra. Locura contagiosa introduciéndose esos esquemas mentales patológicos en el cerebro del otro. Una persona es la dominante mientras que la otra adopta, inconscientemente, una actitud de servilismo, de carencia de voluntad propia.
El hecho de acudir a un hotel con la menor habla de premeditación, de plan preparado y no de delirios ni psicosis. El mayor daño que se puede hacer a un hombre, acaso por la rabia de tener otra pareja ocupa su lugar de antaño, es a través de lo que un padre más quiere, su hijo. Lo que no se concibe y se lo digo a quien quiere atenuar un asesinato, y habla de trastorno paranoide se deduce la desprotección del menor con su madre. De ahí la custodia al padre. No es la primera vez no cumplía los plazos de entrega de la menor. Son normales las manipulaciones, las difamaciones e inventos de supuestos abusos sexuales.
Todo esto denota egoísmo, inmadurez, actitud infantil. Los niños no son muñecos y no son posesión de las madres y deben crecer con padre y madre. Lo que está muy claro es que en caso de trastorno de psicopatía la menor debe retirarse a su madre para preservar su vida. TERAPIA PARA LOS DESEQUILIBRIOS ANTES DE LA MUERTE DE UNA MENOR PERO NO DESPUÉS.
Hay muchos casos de menores que conocemos en situaciones similares pero todo sigue igual. Aunque existan grabaciones pidiendo auxilio, llorando de una menor. Esto es el resultado de un feminismo patológico donde la mujer es protegida y el hombre pisoteado .Pero no se dan cuenta en medio está el menor, que no tiene culpa de nada y tiene derechos y debe ser lo primero. Protección al máximo para el menor y fuera ideologías que hacen daño, demasiado daño. Y CON ELLO NO HAY VUELTA ATRÁS.
Pilar Enjamio. Psicólogo