Lo ocurrido en Rincón de la Victoria en una actuación de violencia de género da la razón en la reclamación que la Asociación Española de Guardias Civiles -AEGC- viene haciendo desde hace años, que no es otra que dotar de pistolas taser a los guardias civiles, “sino no puede ser de manera individual como mínimo que cada patrulla las tenga como dotación en los vehículos”.
Las imágenes vividas en esta localidad malagueña no dejan lugar a dudas. Un hombre armado con dos cuchillos intentando agredir a una guardia civil, que junto a su compañero había acudido a una llamada de violencia de género.
La agente solo tiene para defenderse de la agresión una defensa extensible y su arma de fuego reglamentaria. La primera claramente insuficiente para garantizar su integridad física y la segunda algunos la podrían considerar desproporcionada. Por este motivo AEGC reclama de manera insistente al Ministerio del Interior que se dote y forme a los agentes en la utilización de pistolas taser para protección de los agentes y de los propios agresores.
Si en esta actuación, los agentes hubieran tenido una de estas pistolas, este individuo no se hubiera autolesionado con los cuchillos, y la agente no hubiera necesitado hacer uso de su arma reglamentaria para su protección.
A diario los guardias civiles se enfrentan a situaciones como la de esta noche y tienen que elegir entre su vida o emplear una fuerza mayor que la que se ejerce con la pistola taser, la que ya tienen muchas policías locales como dotación individual.
Por eso desde AEGC no pueden comprender que razones tienen en el ministerio para no dotarles de esta arma defensiva para proteger a ciudadanos y agentes. “¿A qué estamos esperando? ¿A que en una actuación muera un agente o un ciudadano? ¿Quién tendrá entonces que responder de lo sucedido? Estamos seguros que nadie del ministerio se hará responsable y tendrá que ser el guardia, con la asociación a su lado, la que tenga que defenderse”.
