Familia, dejo unos años la policía y nos vamos a vivir toda la familia a Alemania. Los peques, Mia y Hugo y yo ya sabemos alemán, por lo que la adaptación nos resultará más sencilla. Mi marido, Darío, se está poniendo ahora al día con el alemán y con nuestra ayuda, seguro que lo llevará bien.
Deciros, que desde Alemania pienso seguir aportando visibilidad a nuestra valiosa profesión. Traduciré los libros al alemán y acercaré nuestra gran labor a más personas.
Estaré en contacto con las policías de otros países y todo aquello que vea que nos puede ser útil, lo anotaré e iré realizando y enviando nuevos proyectos de mejora.
Otra de mis metas, es cuidar de los que nos dedicamos a cuidar a los demás. Como decía un Comisario, los policías dedicamos nuestra vida a ayudar a los demás, a estar a su lado en los 20 peores minutos de su vida y nosotros no recibimos esa ayuda. Os aseguro que estos años, pienso trabajar en ello, en buscar la manera de que cada uno de nosotros tenga la capacidad de ir vaciando esa mochila que vamos llenando, con el sufrimiento de las personas a las que hemos atendido y ayudado.
A todos los futuros compañeros y a los actuales, os pido que os involucréis día a día en esta profesión. El que las cosas salgan bien, o vayan mejorando, depende de la actitud de cada uno de nosotros. Os pido que seáis personas proactivas, que si detectáis que algo se puede mejorar y sabéis cómo, que lo elevéis. Que, si tenéis un conocimiento que los demás no tienen, que lo compartáis.
Soy consciente que la mayoría de nosotros pensamos que para mejorar las cosas tienes que tener un cargo elevado, pero os aseguro que eso no es cierto. En mi caso soy agente y he tenido un impacto positivo, sin ser un mando. Cualquiera de nuestros actos genera un impacto, depende de nosotros hacia donde lo encaminemos.
Os ruego, que no caigáis en la crítica destructiva, que no busquéis culpables y os centréis solo en ver “donde estamos, hacia donde queremos ir y cómo lo vamos a conseguir”. Debemos cuidar no solo de los ciudadanos, también debemos cuidarnos a nosotros mismos.
Quiero agradecer, el apoyo incondicional y el cariño que he recibido de los compañeros de todas las unidades en las que he estado. Como siempre he dicho, el valor del policía está en la gran persona que está debajo del uniforme. Os llevo y os llevaré siempre en mi corazón.
También quiero dar las gracias a todas esas personas que me han puesto obstáculos en mi camino. Gracias a vosotros, he visto que quedarse estancada no era una opción, que la única manera de vencer cualquier obstáculo, es creciendo más que el propio obstáculo y eso es lo que he hecho y seguiré haciendo.
Familia, os seguiré contando nuestras nuevas aventuras en Alemania y me seguiré formando aprendiendo de las policías de otros países, para volver con más conocimientos y seguir aportando a los demás.
¡Gracias por vuestro apoyo! Besazo enorme.