“Renovarse o morir”: esta es una de las máximas que se utilizan, de manera general, en el ámbito de las empresas. Especialmente, los comercios tradicionales de venta al público son los que más tienen que interiorizar esta premisa: la ‘tienda de toda la vida’ es algo obsoleto que ya no sirve para llamar la atención del público.
Afortunadamente, hay muchísimas opciones para hacer evolucionar el espacio comercial y mantenerse como un foco de atracción para posibles clientes. Solo hay que adaptarse al momento actual y utilizar soluciones como una carpa de aluminio con la que ir en busca del público objetivo.
La proactividad como clave
En los negocios tradicionales, bastaba con levantar la persiana cada día. Los clientes acudían al establecimiento a comprar lo que fuera necesario o a pagar a cambio de unos servicios.
Esto ha ido cambiando con el tiempo: llegó la necesidad de hacer publicidad, establecer una estrategia de marketing, diferenciar las tiendas de la competencia… Todo esto sigue vigente, pero ya no basta. ¿Qué necesitamos ahora? Ser proactivos, ir al encuentro del cliente, cautivarlo.
Esta idea es un poco difícil de compatibilizar con los espacios físicos que son las tiendas: lamentablemente, no es tan fácil cerrar la tienda y llevársela a otro lado… Pero para eso existen opciones como las carpas de aluminio, que son espacios muy versátiles para cualquier tipo de acción, ya sea puntual o permanente.
Empresas como Tenttrading trabajan en el diseño, la elaboración y la entrega de este tipo de cerramientos que se pueden utilizar para eventos, para zonas de trabajo, para ofrecer sombra y, ahora también, para que las empresas lleven a cabo experiencias de búsqueda de clientes en espacios inusuales.
Escenarios para la adaptación
¿En qué contextos interesa plantear la colocación de una carpa? ¿Dónde se usan con eficiencia en la actualidad? Ferias, congresos, campañas concretas o incluso acciones promovidas por la propia marca pueden ser fechas propicias para sacar los productos y servicios del comercio tradicional.
Las posibilidades son tantas que cada vez más compañías están adquiriendo una carpa propia para este tipo de acciones. Otras, que solo recurren a esta estrategia adaptativa de vez en cuando, optan por el alquiler de las mismas cuando lo necesitan.
En todo caso, se han convertido en un elemento cada vez más presente dentro de las estrategias de captación de público por parte de las empresas. Y resultan un método mucho más económico y eficiente que posibles macro campañas de publicidad
El público busca este tú a tú
El uso generalizado de las carpas de aluminio solo confirma esta tendencia que los especialistas en creación de marca y estrategia de empresas estaban señalando: el público busca proximidad, espacios informales de interacción y, sobre todo, propuestas originales que les salgan al encuentro dentro de su día a día.
Con esta herramienta, el espacio comercial se ha modificado por completo: estas estructuras convierten a las tiendas en entidades ‘híbridas’ que mezclan lo tradicional del negocio fijo con otras experiencias que tienen el poder de convencer a los nuevos públicos.