Como me decía un amigo, España caerá, tardará unos años más o menos, pero no sobrevivirá, es un hecho irremediable. España caerá porque su tejido social, económico y político está desde hace ya tiempo parasitado, desangrado y descuartizado, porque no hay proyecto colectivo, porque sólo hay interés partidista e individual donde tendría que haber interés común, porque la solidaridad nacional ha dejado paso al egoísmo individual y partidista. España caerá porque la cultura del paniaguado se ha impuesto a la cultura del trabajo. España caerá porque se ha comprado el voto de millones de titiriteros para apoyar la mano socialista y comunista que les da de comer a costa del esfuerzo de los que trabajan cada día. España caerá porque se está convirtiendo en un país de subsidiados, de estómagos agradecidos.
España caerá porque la política ha dejado desde hace tiempo de ser un servicio público para convertirse en un trepadero social, en un fangoso estercolero al servicio de una élite analfabeta y corrupta que no tiene el menor sentido de la decencia y la honradez, las ideologías son como una tapadera para posicionarse aquí o allá, para chupar del bote grande o chico, para favorecer al amigo de un lado o del otro, para enchufarle en el cable rojo o en el cable azul.
España caerá porque es insostenible una nación con una tasa de natalidad de 1,3 hijos por pareja y se encamina a ser el país más envejecido del mundo, porque el aborto ha mermado los vientres y las mentes de nuestros jóvenes. España caerá porque los inmigrantes que están llegando masivamente y orientados tendrán los hijos que nosotros no hemos querido y los adoctrinarán en su islam, con usos y costumbres medievales. España caerá porque tiene más derechos un sanguinario terrorista, un violador múltiple o un delincuente habitual que sus víctimas.
España caerá porque se ha impuesto la dictadura de las minorías hostiles, porque el gobierno se ampara en ellas, en el apoyo de los que la quieren descuartizar. España caerá porque los niños se imponen a sus padres y los padres se pliegan a los niños, porque todo sentido de autoridad ha sido destruido y desterrado tanto en la escuela como en la familia.
España caerá porque nos limitamos a participar como actores mudos en una farsa teatrera que se celebra cada cuatro años, sin importarnos hipotecar el futuro de nuestros hijos. En definitiva, España caerá porque los perversos mandan, los bien intencionados callan y los demás no existen.
Después, cuando se filtró el contenido del acuerdo entre el PSOE y ERC para la investidura de Sánchez, otro buen amigo me dijo, he leído 2 de los 14 folios del acuerdo y lo he dejado. Siento vergüenza de estos políticos corruptos y canallas que nos han traicionado a todos los españoles. Esto, o se para o es el fin de la democracia y del régimen que hemos conocido. Pone de rodillas a las instituciones y a la ciudadanía al servicio de la ambición de poder de Sánchez.
Y, ahora voy yo mismo, ante la gravedad de la situación en la que nos encontramos, como muestra, el CGPJ aprobando una declaración institucional contra la amnistía porque “No es compatible con el Estado de Derecho, siendo un acto arbitrario, ilegal e inconstitucional”; el Juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón imputando ayer a Puigdemont, prófugo en Bélgica, y a Marta Rovira, prófuga en Suiza, por un delito de terrorismo; ERC y JxCAT pactando una nueva resolución en el Parlamento para la celebración de un referéndum de autodeterminación; Cándido Conde-Pumpido pidiendo “lealtad” a todos los magistrados antes de estudiar la Ley de Amnistía, es decir, dando por hecha su aprobación; y decenas de manifestaciones por toda España contra la Ley de Amnistía con la asistencia de decenas de miles de ciudadanos, cuyos manifestantes han sido en algunos casos tratados por la policía como si fueran los CDR catalanes (los terroristas y golpistas), con lanzamiento de gases lacrimógenos y pelotas de goma, entiendo que obligados por el Gobierno.
Así las cosas, ante la realidad más que palmaria de la destrucción del Estado de derecho y la unidad de España, cuando Sánchez y su coro pretenden estar por encima de la Constitución con la única finalidad de obtener los votos necesarios para su investidura y seguir gobernando a su antojo, debemos recordar lo que establece el art. 61.1 de la Constitución Española: “El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas”. Y, el art. 8.1 de la Constitución Española: “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. Dicho precepto, se hace extensible a los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que han jurado o prometido su cargo cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución. Como he dicho más arriba, si no ponemos remedio, España caerá y Sánchez seguirá.
Autor: Manuel Novás Caamaño | Abogado