La Guardia Civil ha destapado una red especializada en el robo masivo de equipajes. Se trata de un hecho de gran magnitud que ha sacudido el ámbito aeroportuario a nivel internacional. Miles de pasajeros han sido afectados. Hasta 14 personas han sido detenidas y se está investigando a otras 20. Todos ellos son trabajadores del Aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía -el séptimo más grande de España-, con 150 aerolíneas operando y más de 11 millones de pasajeros al año. Los arrestados están acusados de ser autores de delitos por pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, daños y blanqueo de capitales.
El robo a gran escala se producía de manera meticulosa y muy bien estructurada por una organización vertical. Cada miembro sabía su papel y lo desempeñaba con destreza. Los detenidos abrían las maletas y se apoderaban de elementos personales, todo ello valorado en dos millones de euros.
Tal y como ha informado este viernes el Ministerio del Interior, el operativo se inició tras detectar un aumento considerable de denuncias por parte de pasajeros. Durante los últimos meses, había muchas quejas por parte del pasaje de diferentes aerolíneas que, al llegar a sus destinos, se daban cuenta de las pérdidas de incalculable valor.
Miembros de la investigación descubrieron que los autores aprovechaban su condición de mozo de carga -la mayoría se dedicaba a ello-, para perpetrar los robos. Según han explicado fuentes de la investigación, en el momento del traslado del equipaje a la bodega del avión, se aprovechaba para realizar el robo masivo. Las bajaban de los vehículos y, después, las cargaban en las bodegas a un ritmo más lento de lo normal. En ese momento, tapados por la lona que imposibilita que se mueva el equipaje, abrían las cremalleras de tal modo que no dejaban pruebas del delito.
Un modus operandi muy labrado
Lo más importante era, para no llamar la atención, a pesar de que se descubriesen los hechos: que el turista se diese cuenta al llegar a su destino final. Una idea impecable puesto que el equipaje ya habría pasado por dos aeropuertos diferentes. Esto dificultaba la investigación de las denuncias, máxime en los casos del extranjero.
Todo estaba perfectamente organizado y jerarquizado, la logística era impecable: desde el que elegía los vuelos, hasta el que se “manchaba” las manos. El transporte era efectivo y seguro: espacios tejidos en la ropa para llevar lo robado fuera del aeropuerto. Antes de sacarlos los guardaban en sus taquillas personales, también.
Posteriormente, ponían a la venta los elementos sustraídos en internet o los vendían a joyerías. La Guardia Civil, ya cercana la conclusión del operativo, realizó varios registros tanto en las taquillas de los implicados como en sus vehículos personales, incluidas sus viviendas. Finalmente, se han intervenido un total de 29 relojes de alta gama, 120 piezas de joyería (oro y piedras preciosas), 22 teléfonos móviles de alta gama, dispositivos electrónicos, 13000 euros en efectivo y un vehículo de gama alta.
El valor de todo el material recuperado alcanza 1.953.571 euros. También se están investigando 27 joyerías de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, por ser negocios donde se vendieron muchas de las piezas.
La investigación ha sido llevada a cabo de manera conjunta por la Unidad de Análisis de Investigación Fiscal y Fronteras (UDAIFF) del Aeropuerto de Tenerife Sur y la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC). Del mismo modo, la Benemérita ha contado con la ayuda de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), así como de las diferentes compañías aéreas que operan en dicho aeropuerto.
Todo ello, ha sido dirigido por el Juzgado de Instrucción nº4 de Granadilla de Abona.
