Sí, es normal el síndrome de huida y genera tranquilidad en una situación hostil, incluso cabe decir que sus consecuencias en el futuro son totalmente imprevisibles. Es una luz en la oscuridad que en principio puede ser pasajera hasta que la situación se tranquilice.
También el recuerdo del horror y la inestabilidad le afecta a nivel emocional a las personas que sufren esta catástrofe y les hacen desarrollar pánico ante una vuelta futura. El volcán Cumbre Vieja de La Palma sigue ahí y con su erupción continua la angustia y desorientación generada por una tragedia ya sea en este caso derivada de un fenómeno de la naturaleza incontrolable o sea, con igual resultado, la fundamentada por los psicópatas talibanes con fanatismo ideológico.
En la realidad, y en plan metafórico, se huye de la oscuridad a la luz, del desasosiego a la esperanza, del peligro a la seguridad. Nos encontramos ante un sistema de defensa, un instinto de salvación y protección. Solo la persona o ser individual sabe como se vive una situación desde su óptica personal y nadie siente igual sino de forma diferente al otro. Lo que a una persona relaja a otra estresa y provoca ansiedad.
Los psicólogos hemos comprobado en muchos pacientes que la terapia curativa frente a la depresión o ataques de pánico empeora inicialmente con ejercicios de meditación y es rechazada por el paciente o de forma total o en etapas más avanzadas en la terapia si es aceptada. Afirman añorar vigor porque en la depresión hay hipotonía y el relax les crea más hipotonía y angustia.
En estas situaciones de catástrofes al inicio nada consuela y no todos los profesionales empatizan de la misma forma o saben intuir lo que el afectado espera como consuelo. De todos modos, la libertad individual es un derecho y prima el bienestar, el equilibrio físico y psíquico para evitar esa lacra de la pérdida de motivación para vivir y quizás no desear vivir.
Ante estos casos, la ayuda psicológica es crucial y a menudo y al principio coadyuvada con ayuda médica. A veces, en muchas ocasiones no es necesaria ayuda médica y psicológica porque la raíz del problema está exclusivamente en un cambio de contexto, lugar o ambiente.
Mi aplauso a las Fuerzas de Seguridad, al pie del cañón y, como siempre con honor y dignidad proteger a los demás poniendo en peligro su vida. Esa es su motivación y son más que eso porque salvan vidas, muchas vidas y gracias a ellos no hay víctimas.
Esa es la base de la psicología salvar la mente y con ello la vida.
Autora: Pilar Enjamio Furelos. Psicóloga, escritora y colaboradora en medios de comunicación