Samuel Vázquez Álvarez es el Coordinador General de la plataforma Una Policía para el Siglo XXI. Actualmente desarrolla una ponencia en el Congreso sobre la L.O.P.S.C. Conferenciante en diversas Instituciones, sobre el desarrollo de un nuevo modelo policial.
Se define como un policía de calle, destinado en los Grupos Operativos de Respuesta (G.O.R) de la Policía Nacional, orgulloso de trabajar al servicio del ciudadano.
Su último libro, Justicia Poética de la editorial Avant, refleja su biografía profesional. “Es un relato de policías de verdad, de policías de la calle, los primeros en llegar y los últimos en irse. Una historia reflejo del trabajo diario de unos agentes que no siempre ganan, no siempre lo hacen bien, y que a veces tienen que ir un paso más allá para lograr una justicia mejor que la legal, la justicia poética”, manifiesta su autor.
Cuando hablamos con él, vemos a un policía idealista, de esos que hacen falta para cambiar las cosas … esta es su entrevista para PoliciaH50:
¿Qué es exactamente Una Policía para el S.XXI?
Nació como un estudio académico basado en un trabajo de contraste de modelos policiales de otros países, y ha derivado en una plataforma policial que presenta un cambio de modelo a todos los niveles, y que fue presentado en el Congreso de los Diputados.
Los vídeos de mis ponencias en el Congreso tuvieron mucho impacto en redes y nos llevaron a otro nivel. Creo que soy el primer policía de escala básica que habla en una comisión de expertos en el Congreso sin hacerlo en nombre de ningún sindicato, así que el mensaje fue diferente, algo a lo que los políticos no estaban acostumbrados. Me llegaron a apagar el micrófono cuando les dije que se rodeaban siempre de gente que les decía lo que querían oír, y les hablé de Pinos, Villarejos y demás mandos escogidos por ellos.
¿En qué se basa ese cambio? ¿Cuál es la propuesta?
Pues primero en dejar bien claro que nuestro modelo no sirve a la gente, sirve al mantenimiento de su estructura, por eso escoge el método estadístico como sistema de valoración, porque es manipulable, controlable por la escala de mando y el poder político.
No escuchamos a la gente, y la gente es la que tiene las claves de cuáles son los problemas y hacia dónde hay que orientar la seguridad.
Esto se sostiene por la cantidad de policías que hay entregando lo mejor de sí mismos y a pesar de la frustración que genera en ellos el modelo.
La nueva realidad delincuencial que ha golpeado en otros países europeos lo hará aquí en breve, y no estamos preparados para ella, así que como pasó en París o en Londres, aparecerá sin que nadie sepa hacer nada por evitarlo.
Nuestra propuesta de cambio se centra en tres niveles: modelo estructural, modelo operativo y procesos de liderazgo.
Pues empecemos por la parte estructural que suponemos es la más compleja. ¿Qué modelo estructural proponéis?
Proponemos un modelo dual de policías territoriales y de ámbito nacional donde prime la máxima una policía/una competencia.
Las policías territoriales son necesarias porque la seguridad ciudadana y la delincuencia común se combaten con agentes que tengan conocimiento del terreno, implicación con la población y el dominio de la idiosincrasia criminal de cada zona, pero hay que desatomizar las policías locales y quitar a las autonómicas las competencias de los grandes delitos que no tiene ningún sentido sean tratadas por cuerpos territoriales en compartimentos estanco.
Los atentados de Barcelona demostraron que estamos poniendo en riesgo no solo bienes sino también vidas.
Un policía de la calle, debe conocer su ciudad, a los vecinos, a los delincuentes y sus modus operandi, debe sentirse parte de la comunidad para potenciar su implicación. Ese y no otro es el camino del éxito.
Pero ¡ojo!, todos los cuerpos territoriales deben pertenecer orgánicamente al Ministerio del Interior para evitar diferencias y desigualdades, y luego funcionalmente en el despliegue depender de un órgano territorial o si se quiere centralizar todo del delegado del gobierno.
La seguridad es un problema global, y hay vidas en juego, es un crimen atomizarla en su estructura.
En el segundo nivel quedarían para atender los grandes delitos la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero no pueden compartir competencias, no podemos supeditar la eficacia al talante de unos mandos que a veces cooperan, y otras no.
Los delitos de los que se ocupe cada cuerpo deben estar tasados, o eso o bien unificar los dos cuerpos en una única policía civil.
Siempre hay más de una opción para presentar a los políticos, pero bajo unas premisas inamovibles, en este caso: una policía/una competencia.
¿Qué hay del modelo operativo?
Esta es la parte más sencilla de solucionar porque no necesita de leyes ni de acuerdos políticos, sólo de líderes que entiendan algo de ciencia policial y de motivación, que hoy escasean, la mayoría ahora son jefes mediocres, pequeños burócratas que no realizan ningún tipo de trabajo operativo bajo la estúpida premisa de “yo no estoy para eso”.
El modelo actual no busca solucionar problemas, sólo perpetuarlos para justificar presupuestos y estructura. En una ciudad de 200.000 mil habitantes con una dependencia policial de 400 agentes, un sábado noche, franja horaria de mayor impacto delincuencial, trabajan 15 policías, es de cárcel.
El mérito, la capacidad y la antigüedad no se valoran, todo son puestos de confianza, donde cada jefe va creando su cortijo, no con los mejores, los mejores servirían a los ciudadanos, sino con los de su cuerda, aunque sean mediocres, porque están ahí para servirle a él, o lo que es lo mismo para servir al sistema, para justificar el mantenimiento de la estructura.
La corrupción necesita de muchos cargos de confianza
Te pongo un ejemplo en el sur de Madrid. ¿De qué sirve tener atomizadas varias brigadas de investigación en un área metropolitana donde se va caminando de una ciudad a otra?, ¿No será más razonable juntarlas a todas en una brigada zona sur y tener agentes de campo disponibles las 24horas los 365 días del año, y no como ahora sólo en horario de oficina? ¿No será más eficaz juntar a todos los agentes del proceso investigador de esa zona: científica, judicial, extranjería e información en una única brigada?, ¿Qué banda de ladrones hoy en día va a robar en Fuenlabrada y sólo en Fuenlabrada sin salir de esa ciudad?
Lo anterior implicaría menos mandos, y más investigadores, más jefes en horarios de noches y festivos, es decir, implicaría que el modelo serviría a los ciudadanos y no a la estructura de poder que se han montado algunos.
Lo que proponemos nosotros es peligroso para el establishment, lo entendemos, por eso queremos llegar al poder político sin intermediarios. Nos hemos dado cuenta de que los políticos no conocían ni la mitad de las cosas que suceden cuando se las contábamos.
Ahora sólo falta que haya uno o varios partidos que decidan ir un paso más allá y dejarnos influir, dejarnos aplicar lo que la inmensa mayoría de los policías demanda.
Luego está la gran laguna de la ausencia de responsabilidad en la cadena de mando.
En el modelo policial español todas las decisiones que te pueden matar o arruinar la vida: disparar o no, privar de libertad o no, correr detrás de un vehículo o no… las toman policías de las escalas más básicas, pero no cobran por asumir esa responsabilidad.
Nosotros proponemos el modelo americano, el que ejerza la responsabilidad que la cobre. Si usted quiere ser jefe de brigada e ir de lunes a viernes a un despacho de 9 a 14, a mí me parece perfecto, pero usted no arriesga nada ahí, así que su salario no puede ser superior al de un policía de la ODAC que toma a diario decisiones con su número de placa que pueden implicar cárcel.
Se debe cobrar en función de conceptos como peligrosidad, responsabilidad, especial dedicación y penosidad, y no en función de catálogos por haber pasado estúpidos exámenes teóricos que no sirven de nada en una profesión como esta, eminentemente especializada y empírica.
En la Policía de Nueva York un detective de 1ª que nunca se ha presentado a una fase de ascenso pero que ejerce una responsabilidad enorme, tiene el mismo salario que un teniente, lo que sería un inspector jefe de la Policía Nacional en España.
Me da igual cual sea su escala y categoría, si usted quiere un trabajo acomodado con horario de oficina, no me pida luego cobrar lo mismo que un radiopatrulla que trabaja días, noches y festivos, y arriesga su vida cada vez que se calza las botas.
Y por último está la carrera profesional, ¿qué proponen ahí?
Hacer una nueva, nosotros lo llamamos procesos de liderazgo, que es lo que no hay hoy, luego pasa algo grave como el 11-M y en el juicio se ve de verdad en manos de quién estamos.
El máximo responsable de científica se lía con el humo blanco y el humo negro para acabar diciendo que él no sabe mucho de ese tema, el de los Tedax que tampoco, que la responsabilidad será de los de abajo… y así todo.
Llevan toda su carrera metidos en despachos, así que cuando los llaman porque hay cien cadáveres en una vía de tren ¿qué van a hacer?, nada, no saben hacer nada; probablemente el máximo responsable de científica no hubiera sacado una huella en toda su carrera profesional, eso sí, perdió varios años de su vida estudiando ocho horas diarias para ir medrando a base de superar estúpidos exámenes memorísticos. De policías y ladrones no sabe nada de nada.
Vivimos en la era digital, todo lo que aprende ese señor perdiendo años de su vida estudiando lo tengo yo en cualquier intervención policial sólo sacando mi móvil del bolsillo, pero los conocimientos empíricos y de casuística que tiene un policía de escala básica que lleve cinco años en una ODAC él jamás los tendrá por muchas fases de ascenso que supere… de ahí que no le quede otra que acudir a la frase: “es que yo no estoy para eso”.
Nosotros proponemos una carrera profesional que impacte en la motivación porque la gente sepa que sólo hay un camino para ascender: implicación, trabajo duro y especialización.
Los exámenes, de haberlos, deben ser residuales
Proponemos una carrera profesional sustentada en pilares fuertes donde todos deban tener como primer destino la calle o una ODAC, los dos grandes pilares de la estructura operativa policial, y a partir de ahí valorar por especialización y experiencia a los más capaces, a los que más tiempo dedican a formarse.
La base de la seguridad ciudadana creemos es la experiencia, por eso proponemos que a los cinco años el policía se convierte en instructor y pueda patrullar con recién llegados para enseñarles, a los diez en jefe de equipo, y por último la figura del jefe de turno o coordinador de servicios por concursos oposición que valoren la antigüedad operativa, los méritos académicos y profesionales, y la superación de una prueba teórica de conocimientos objetiva que no podría suponer más de ¼ de la nota final.
En realidad toda la administración debería funcionar así: mérito, capacidad y antigüedad, pero no se cumple
Una vez creados los cimientos se podría acceder a la brigada de investigación única que proponemos, donde todos deben ser especialistas denominados con la categoría de investigador.
En esta fase prima la especialización por la especial idiosincrasia de la actividad investigadora. Todos pueden entrar en nuestra página y acudir al apartado propuestas para ver la carrera completa tal como entendemos debe materializarse.
https://policiasiglo21.wordpress.com/
Buscar líderes a través de la especialización y la experiencia, no buscar jefes funcionarios de ventanilla sin ningún bagaje operativo.
En España existen ese tipo de mandos, pero son los menos y desde luego no lo son gracias al modelo. Con algunos de ellos estamos en contacto aunque obviamente no se pueden dar nombres.
Habéis anunciado la creación de una asociación policial, ¿cómo está ese tema?
A punto, con los estatutos ya redactados. La policial es una profesión universal, los policías compartimos el 75% de nuestros problemas sea cual sea el color de nuestro uniforme, y Jusapol nos ha enseñado el camino de lo que se puede conseguir si todos vamos a una.
Nosotros queremos aprovechar esa ola que se ha levantado para ir un poco más allá y unir a todos los cuerpos policiales con una sola voz, eso nos daría mucha fuerza ante el poder político.
Los sindicatos son imprescindibles, nosotros recomendamos siempre estar sindicados porque nunca pasa nada hasta que pasa, y desde la asociación recomendaremos a aquellos sindicatos que colaboran con nosotros, pero esto es otra cosa, algo más grande.
Los sindicatos están limitados a la defensa de los intereses de los policías de su cuerpo y eso choca a veces con el interés común, además se deben a sus afiliados, y eso hace que no siempre denuncien privilegios que se dan en la actualidad porque al fin y al cabo muchos de esos privilegios los disfrutan sus afiliados y podría pasarles factura.
Si logramos que más de 200.000 policías y sus familias vayan todas a una, los políticos tendrán que escucharnos sí o sí, y podemos conseguir cambiar muchas de las injusticias que hoy en día conocemos todos, están ahí, pero nadie hace nada.
La política funciona por la dualidad impacto/influencia. Si consigues generar el impacto suficiente en medios para cambiar el sentido del voto, tendrás influencia, y los que hacen las normas te escucharán, por eso son tan importantes hoy los grupos de difusión en redes digitales, los nuestros son cada vez mayores.
Ya tenemos mucha gente alrededor de Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales, y estamos ya trabajando en la parte más difícil de penetrar que son las autonómicas. Estamos hablando con varios agentes y sindicatos de País Vasco y Navarra y en Cataluña tenemos el apoyo de Unió de Mossos per la Constitució.
Va todo muy rápido, la idea está calando. En breve anunciaremos algo
Lo que proponéis es bastante rupturista e implica muchos cambios, ¿creéis que existe alguna posibilidad de llevarlo a cabo?
Por supuesto. El mensaje ya ha calado, ahora sólo falta el empujón final, que es que alguna formación política o varias decidan ir un paso más allá en la implicación con nuestro proyecto. Estamos esperando ese rush final.
Desde luego el proyecto no es apto para políticos inmovilistas, amantes del establishment o cobardes… esto es una cosa de valientes.
Periódico Digital PolicíaH50