Apenas sin tiempo, nos coge el teléfono a la hora fijada, su vida en los últimos días ha sido una locura, lo viene siendo desde que es presidente de JUSAPOL, Miguel GOMÉZ lleva tiempo organizando la manifestación de este sábado contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, vive por y para los compañeros.
Organizar viajes, pedir permisos, reuniones con diversos sectores sociales… no es sencillo nadar a contracorriente
Vamos al grano; ¿Cómo está la situación actual?
Me centro en el tema, en relación a la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, el ambiente entre los compañeros es tenso, crispado, no la vemos con buenos ojos. Existen aspectos lesivos para nuestra profesión y vida personal, aún más grave si cabe.
Uno de ellos es la grabación a policías, puede quebrar una imagen, una vida personal y nos pone en la diana. Las redes sociales pueden hacer mucho daño a un policía que sea grabado y se manipule esa intervención. Lo hemos visto muchas veces con recortes de vídeos de intervenciones de policías en la calle, todos se manipulan. Con esta reforma los jueces trasladan la toga a “los influencers sociales”, son ellos los que nos van a juzgar.
Además nosotros ya tenemos nuestro sistema para fiscalizar nuestro trabajo; los principios de actuación, el Código Penal, regimen disciplinario… ya existen mecanismos.
¿Cómo va la organización de la manifestación?
La manifestación la veo con optimismo, tenemos mucho apoyo. Afecta a los ciudadanos y nos están trasladando su malestar, afecta a los derechos y libertades de la sociedad, los merma. La ley de seguridad ciudadana pasara a ser una ley del miedo .
No se puede atar a la Policía en la prevención del delito y en las sanciones administrativas. Es atar el orden.
¿Cómo han sido tus últimos días?
Mis últimos días han sido estresados, de verdad que cuesta muchísimo organizar una manifestación, pedir permisos, buscar apoyos… una verdadera locura, pero con ilusión estamos tratando de evitar la vulneración de nuestros derechos.
Sigo trabajando en servicio activo, saco este tiempo de donde puedo, hasta en ocasiones se lo resto a mi familia. Abrimos una plataforma para que nos ayudaran, pero no rueda y había poca disposición, tiramos para adelante por convicción, creemos en lo que hacemos y seguiremos luchando.