Noelia Colmenarejo, es policía Municipal de Madrid desde hace más de 12 años, y está especializada en el seguimiento de casos de violencia de género y doméstica desde hace más de 10
Además de proteger a las víctimas de estos casos, realiza charlas y ponencias para la prevención y para enseñar como se puede ayudar
El pasado 25 de noviembre de 2020 realizó la presentación de su primer libro, “UN CURRÍCULUM PERFECTO” en el cual no solo da voz a un caso real sobre violencia de género, sino que también nos permite conocer el trabajo policial en estos casos.
¿Cómo fue ese día 25 de noviembre?
Un regalo, sin duda fue eso. El cuerpo de la Policía Municipal de Madrid desde que conoció la publicación de mi libro decidió apoyarme y ayudarme en la organización del evento. En realidad, publique mi libro en marzo y la presentación iba a tener lugar ese mes, pero fue cuando nos confinaron …y como tantas cosas, tuvo que esperar obviamente. Pero a principios de noviembre la jefatura de policía Municipal empezó a organizar el evento de nuevo, para hacerlo coincidir con el día Internacional contra la Violencia de Género.
Esta presentación tuvo lugar en las dependencias del Ayuntamiento de Madrid, concretamente en la casa del Reloj en el Distrito de Arganzuela y al acto acudieron algunos familiares y compañeros y vestidos de gala los altos cargos de la policía Municipal, entre ellos el Comisario general y el director general de la Policía Pablo Enrique, el cual habló y clausuró el acto, regalándome unas palabras muy bonitas.
Un día cargado de emociones y momentos soñados en el que por fin pude hablar en voz alta de algo en los que verdaderamente creo, sé y sobre lo que creo que debe conocerse para concienciar a la sociedad. De ahí viene mi libro “Un currículum perfecto”
Noelia, ¿Por qué decides escribir este libro “Un currículum perfecto”?
En mi experiencia como policía Municipal, he visto todo tipo de situaciones relacionadas con el tema de violencia de género o doméstica, agresiones, violencia psicológica, acoso… y demás tipos de violencia que estamos acostumbrados a escuchar, pero que no por ello pierden importancia. No obstante, este caso superó a otros, no por la agresividad física en sí… sino por los años que duró… Mas de 6 años en los que sucedieron todo tipo de acontecimientos y por los que constantemente escuchaba, “esto es para escribir un libro” “esto es de película” y es que realmente en ocasiones la realidad supera la ficción… y yo una película no puedo hacer, pero si escribir un libro para hablar en voz alta de como la policía Municipal trabaja en estos casos y también explicar lo que se denomina “violencia de género por poderes”.
El libro aparte de ser narrado por mí, la policía que lleva el caso, también expone un supuesto punto de vista del agresor.
En este caso nos implicamos mucho, tanto el jefe que llevaba el operativo, como otro compañero mío y yo. Los tres estábamos tan implicados que nos afectó personalmente y no podíamos desconectar ni fuera del trabajo ni estando de vacaciones. Pero gracias a eso, el caso pudo resolverse y no hay nada más gratificante que ver que después de todo, pudimos ayudar a la persona que nos necesitaba.
Este libro también lo escribí para desahogar todo lo sucedido, ya que creo que es una historia que debe conocerse para que la sociedad reflexione, pero que también nos implicó mucho a la policía y nos afectó, así que decidí empezar a escribirlo como una especie de diario, pero al final me animé a intentar publicarlo en papel.
Lo envié a una editorial “Libros Indie” los cuales confiaron en mi desde el primer momento, y ahí empezó todo. No sabía que sería tan conocido ni que saldría en televisión, radio, prensa y redes sociales hablando del mismo, pero estoy muy contenta con el resultado y la repercusión que está teniendo.
Es más, animo a que todo el mundo que quiera lo lea, ya que como digo siempre, esto no solo es necesario conocer por las víctimas y el entorno de ellas, debe ser conocido por todos, para así ser conscientes de la realidad. Y que mejor que conocer la realidad desde el punto de vista de un policía, que a pesar de que la versión de la víctima siempre será la más importante, creo que contar los hechos desde la palabra de una policía, hace que llegue a más personas y que pueda ser conocido y entendido por todos.
Nunca habíamos escuchado ese término de “Violencia de género por poderes “,¿De qué se trata?
Es un tipo de violencia psicológica, más frecuente de lo que la gente imagina, en el cual se utiliza a la justicia y sus resquicios legales, sus plazos y demoras, su doble lectura de la ley, lo “alegal”, lo difícil de demostrar… para de esa manera acosar a través de múltiples denunciad falsas en las que con ellas se consigue desgastar a la víctima obligando a la misma a perder su tiempo yendo a los juzgados a defenderse de algo que no hizo, gastando dinero en abogados para defenderse, y en definitiva machacando a la víctima psicológicamente, e impidiéndola rehacer su vida.
Con ellos el maltratador consigue seguir teniéndola sometida y de ese modo que la víctima sepa que él sigue ahí y que no le importa las consecuencias de multas, detenciones, órdenes de alejamiento o incluso acabar en prisión… el único fin del maltratador es hundir a la persona que sufre este tipo de violencia. Es un acoso que sin ayuda nunca terminará… En mi opinión mucho más duro que una violencia física en muchos casos.
¿Cómo funcionan los protocolos de la Policía especializada en este tipo de casos?
Esto es algo que ha evolucionado bastante en los últimos años por suerte. Todos los casos de Violencia de Género de España están centralizados en un programa que se denomina “Viogen”, en el cual tenemos acceso todos los que tratamos esto y a través del cual podemos conocer si una víctima ha tenido antes otros agresores u otros agresores lo han sido en el pasado también de otras personas.
Un histórico de datos y conexiones que vienen muy bien a la hora de trabajar y conocer más cada caso.
Hasta hace aproximadamente 10 años, los seguimientos se llevaban en una única unidad en todo Madrid, la ahora “UAPMMM, Unidad de apoyo y protección a la mujer, menor y mayor”, esto hacía que, debido a la gran cantidad de expedientes abiertos, no se pudiera llevar un control más constante. Pero fue entonces cuando se decidió repartir los expedientes en las Unidades Integrales de Distrito, allí se haría el seguimiento de todos los expedientes de las víctimas que residan en ese Distrito.
Una vez en los Distritos, el expediente es asignado a un agente de policía, el cual se encargará de realizar llamadas o entrevistas periódicas, así como otras acciones que requiera casa caso, como acompañamiento a juzgados, a centros sanitarios, visitas esporádicas a la víctima, control del agresor o de los entornos de ambos y un sinfín de posibilidades diferentes que dependerán de lo que necesite cada persona y del riesgo que asigne la valoración.
Esta valoración va desde “No apreciado” en el que únicamente se realizan llamadas cada 2-3 meses, pasando por riesgo “Bajo”, “Medio”, “Alto”, y “Extremo” en el cual la policía estará las 24 horas del día con la víctima hasta que se solucione el problema que hace que el riesgo sea Extremo.
En fin, un abanico de posibilidades que permite al policía que lleva el caso actuar de una manera muy personalizada y ayudar a la víctima siempre que lo necesite.
¿Estos casos mantenidos en el tiempo como afectan a la víctima y su entorno?
Siempre decimos a las personas que han decidido por fin denunciar: “A partir de ahora, todo irá mejor” y es así, ya que la policía no vamos a soltar su mano pase lo que pase. Incluso en los casos como el que trato en mi libro, en los cuales parece que nunca va a acabar.
Pero siempre hay que denunciar estos casos, ya que si no es difícil ponerlos fin
Aun así, no es fácil la verdad, ya que estos casos en los que parece que no va a terminar nunca la agresión psicológica, las víctimas y su entorno quieren tirar la toalla en muchas ocasiones y por eso es más importante que nunca que nosotros estemos ahí. En ocasiones son los propios familiares quienes dicen “no tendrías que haber denunciado ya que esto no termina, teníamos que haber buscado otra solución” y ahí tenemos que hablar largo y tendido hasta que vuelvan a confiar en que todo terminará ya que, si un agresor, con unas medidas judiciales y bajo un seguimiento policial, sigue sin alejarse de la víctima a pesar de las consecuencias que puede tener, como ir a prisión o destrozar su futuro…Imaginar si ni siquiera tuviera estas medidas y seguimiento. Campearía a sus anchas totalmente, sin poner nunca fin y sin que esta víctima tenga ningún tipo de ayuda ni apoyo extra. Por ello, a pesar de que sea difícil el recorrido, todo acabará y saldrá bien y la policía tenemos que recordarlo siempre y hacer que no se olviden de ello.
Para eso estamos y para eso estaremos siempre que haga falta.
¿Qué le dirías a la sociedad según tu experiencia?
Me gustaría dar un toque respecto a los comentarios y las generalidades que se hacen en ocasiones. Hablo concretamente de las personas que hablan de que las mujeres aprovechan la ley para vengarse o castigar a los hombres. Con estos comentarios (muchas veces hechos por mujeres incluso) no se ataca a las mujeres que interponen esa denuncia falsa, ya que a ellas poco les importa que les señalen… Con esa forma de pensar a quien se daña realmente es a las mujeres que sufren malos tratos reales, ya que son mujeres que están sometidas psicológicamente y son frágiles y vulnerables. Estas mujeres tienen miedo de casi todo y confían muy poco en que se solucionen las cosas… y con esos comentarios lo único que se consigue es que se sientan juzgadas por en ocasiones no poder demostrar esos malos tratos.
Es que la mayoría de las veces en las que existen malos tratos, no son tan fáciles de demostrar y el agresor, cara a la galería suele ser una persona maravillosa. Además, este agresor ha dedicado mucho tiempo en hacer creer a esa mujer que no vale nada. Con todo ese cóctel, la mujer tiene más miedo a denunciar, no solo por las consecuencias que puede tener por parte del agresor, sino también por lo que su entorno (cada vez más reducido por haberla aislado su agresor) pueda pensar.
Muchas veces me entrevisto con mujeres que no se atreven a denunciar por miedo a no poder demostrar las cosas o que, si finalmente le deniegan la orden, tienen miedo de quedarse más solas aún y señaladas de mentirosas.
Con ello quiero decir que hay personas, hombres y mujeres, que mienten… Y para eso estamos los profesionales que nos dedicamos a ello, para detectar esos casos, los cuales me gustaría que fueran penados con más dureza para impedir mentiras… Pero que los comentarios cada vez más frecuentes tachando de mentirosas a la mayoría de las mujeres hacen mucho daño a las que necesitan ayuda y ningún daño a las que mienten. Tampoco ayudan a los hombres, solo cambian el centro de atención de lo que verdaderamente importa, que es ayudar a quien lo necesita y es una realidad que hoy aún existe la violencia de género muy por encima de otros tipos de violencia intrafamiliares o doméstica.
Esto desde luego es para hacer reflexionar, ya que hasta los comentarios genéricos pueden afectar y mucho.
Es un problema social, y como parte de la sociedad que somos, todos estamos implicados
Por último, quiero decir que todos debemos colaborar y participar para que los malos tratos se acaben. Está claro que queda mucho por hacer y que no es fácil poner fin a estas situaciones a corto plazo, pero todos debemos ayudar.
Siempre digo que cuando alguien presencia unos malos tratos, siempre se está posicionando. Si no hace nada, también se está posicionando, pero del lado del agresor. Así que nunca debemos pensar que no es asunto nuestro o que no nos queremos meter donde no nos llaman, ya que si es asunto nuestro y simplemente llamar a la policía es una labor muy importante para que todo ese engranaje empiece a funcionar.
Es un problema social, y como parte de la sociedad que somos, todos estamos implicados. Muchas mujeres están muy hundidas y con miedo y si nadie las ayuda, jamás se atreverán a dar el paso.
Todos podemos ayudar y hacer de este mundo, un mundo mejor