Casimiro Villegas formaba parte de la plantilla de la Policía Local de Sevilla cuando el 29 de marzo de 2011 un asalto a su vivienda derivó en un vuelco radical para su carrera profesional y para su vida en particular. La madrugada de aquel fatídico día, cuatro encapuchados irrumpieron en su chalet a las afueras de Dos Hermanas. El asalto derivó en una pela con una violencia extrema y el por aquel entonces policía hizo uso de su arma reglamentaria para disparar contra los delincuentes tratando de proteger tanto su vivienda como su familia.
Aquellos hechos dieron comienzo a un auténtico “vía crucis” pensando sobre sus espaldas la amenaza de condena por 20 años de prisión por cuatro delitos de lesiones. En octubre de 2019, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla rebajó la pena y condenó a Casimiro a dos años y medio de cárcel por efectuar disparos contra las cuatro personas que asaltaron su vivienda y 50.000 euros de responsabilidad civil en un juicio donde se sentaban en el banquillo de los acusados los delincuentes que invadieron su propiedad privada.
La sentencia no es firme y actualmente se encuentra en proceso de recurso de casación. En la última sesión del juicio celebrada en la Audiencia de Sevilla, el fiscal rebajó la petición de la pena tan solo reconociendo la eximente completa por legítima defensa en uno de los cuatro delitos de lesiones de los que se le acusa.
En una entrevista exclusiva para h50, Pilaru Ramos le pregunta sobre estos hechos, circunstancias que rodean el caso, legislación vigente al respecto y como ha vivido este auténtico calvario en primera persona por proteger lo suyo y a los suyos. “Ya hace más de un año que interpusimos el recurso de casación y aquí estamos comiéndonos las uñas de las manos y los pies a ver qué es de nuestra vida. Pues para once años procesado que llevamos por defenderte en tu propio domicilio, en tu casa”, manifiesta.
El hecho de defenderse de los asaltantes a su vivienda le ha costado perder el puesto de trabajo de Casimiro Villegas, estando actualmente jubilado por causas sobrevenidas, y padecer secuelas psicológicas, “mi vida cambió por completo aquella madrugada”, afirma.
Pilaru Ramos le ha preguntado sobre las consecuencias que todo ello ha implicado para los delincuentes que invadieron su domicilio respecto a lo cual manifiesta: “A dos de ellos les condenaron a tres años y medio, a otro a la misma pena que yo, a dos años y medio, y a otro a dos años y alguno de ellos ya está cobrando una incapacidad permanente absoluta. Yo creo que este es el único país del mundo que premia a los delincuentes por sufrir lesiones en acto de servicio criminal, el Gobierno los recompensa con una incapacidad permanente absoluta”, responde.
“Ellos son delincuentes profesionales, es su modus vivendi, y están acostumbrados a entrar y salir de prisión. Pero a una persona normal que te ves metida en este torbellino pues te revientan tu vida. A ti te tratan como si fueras un criminal como ellos cuando tú has estado toda tu vida trabajando, no tienen antecedentes penales, no tienes ningún tipo de mácula tanto profesional como personal y tu vida cambia. Este es el sistema que votan muchos españoles sin saber cuales son sus consecuencias”, Casimiro Villegas.
Respecto a la interpretación de la Fiscalía sobre los hechos, Casimiro afirma que como clave para la petición de su pena no se está considerando la especial distribución de su vivienda sin tener en cuenta dos escenarios distintos (salón y patio). “Es lo que yo llamo la descontextualización del escenario de los hechos y la desnaturalización de la acción defensiva del ofendido”, precisa.
En relación al robo, Casimiro pone el punto de inflexión de la causa en el objetivo de los ladrones a apropiarse de un ordenador que estaba en una estancia aleñada al salón, extremo que fue corroborado por los agentes de Policía Científica de Policía Nacional y que el juez no tienen en consideración a la hora de dictar sentencia. Además, “cinco individuos con dos vehículos, el segundo coche que tampoco lo admiten como prueba. Quién se cree que van a venir cinco personas montadas en una furgoneta industrial con la caja atrás sin asientos, sin segunda línea de asientos cuando a mi casa hay que venir expresamente porque está alejada de un camino… ¿Qué iban de romería a las 03:00 horas de la madrugada?”, responde con indignación.
Durante la entrevista, que se puede ver íntegra en vídeo y podcast, Pilaru Ramos trata de desgranar la sentencia que ha rodeado este caso y la repercusión que puede tener de cara al futuro de la seguridad o el margen que tiene cualquier individuo para salvaguardar tanto su propia vivienda como la vida suya o la de su familia.
Programa La voz de h50 | Presentado y dirigido por Pilaru Ramos