El padre divorciado y con custodia compartida ha sido detenido en Elche. Las menores lograron pedir ayuda a través de una ventana.
Las dos hijas, de 12 y 15 años estuvieron tres días encerradas en una oficina propiedad del padre en Elche (Alicante).
La oficina no tenía luz y no contaba con un mínimo de condiciones de higiene.
El encierro comenzó el pasado jueves por la noche, según contaron las menores.
El padre las dejó dentro de la oficina encerradas, con los móviles sin batería.
Únicamente aparecía para darles unos bocadillos a mediodía y para pasar las noches con ellas.
La oficina no cumplía con unas condiciones mínimas de higiene, no tenía camas, cocina ni duchas. Tampoco contaba con cuartos separados.
A oscuras e incomunicadas.
Las luces de la oficina estaban fundidas y los móviles sin batería, por lo que al ponerse el sol, sobre las 18:00 horas se quedaban a oscuras hasta el día siguiente.
Las niñas trataron de pedir ayuda a través de una ventana, viéndoles una amiga de la madre, la cual le contó que había visto a sus hijas pidiendo auxilio.
La madre avisó inmediatamente a la Policía Nacional.
Agentes de policías se desplazaron hasta el lugar donde trataron de localizar sin éxito al padre.
Subieron hasta la oficina desde donde se oían gritos de las menores, por lo que tras forzar la puerta de la oficina, consiguieron liberar a las menores de su encierro y entregarlas a su madre.
Abandono de menores.
A raíz de ese instante, comenzaron las gestiones para la localización y detención del padre como presunto autor de un delito de abandono de menores.
El mismo día fue localizado y detenido.
Los padres se encontraban divorciados, con custodia compartida, pudiendo ser una disputa entre ambos progenitores, el motivo por el que el padre encerró a las niñas.