Los dos únicos fallecimientos en Ceuta a causa del COVID-19 coinciden en la figuras de dos policías nacionales jubilados de 74 años, amigos entre sí, que no han podido superar la batalla contra el virus. El segundo de ellos fallecía el pasado viernes.
Hasta cuatro zetas del GAC y un subrgrupo de la UPR se desplazaron a la barriada Juan Carlos I de Ceuta, donde ambos policías jubilados residían. En frente del bloque de viviendas de los fallecidos, donde sus familias se hallan confinadas, los agentes participantes les rindieron un emotivo homenaje.
En señal de respeto y a modo de condolencias, entonaron, en posición de firmes, el himno “La muerte no es final”, recibiendo una ovación cerrada por parte de todos los vecinos a su finalización. Un precioso gesto a sus compañeros caídos que demuestra, una vez más, que la Policía Nacional es una institución diferente.