El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el barón socialista más crítico con el acuerdo alcanzado con ERC para que se abstengan en la investidura de Pedro Sánchez, al menos el que junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, más ha criticado públicamente que el nuevo Gobierno vaya a depender de los independentistas catalanes, ha hecho hoy un comunicado en el que censura tanto la bilateralidad de una mesa de diálogo con Cataluña como la posibilidad de una consulta posterior.
Page se ha pronunciado en calidad de presidente de Castilla-La Mancha para defender la “igualdad de todos los españoles” y destacar que “cualquier relación de bilateralidad que se quiera plantear tendrá que serlo con todas las comunidades autónomas por igual, y siempre desde la constancia de que el Gobierno de España representa al conjunto del país”.
El barón socialista se reafirma en su “compromiso” en la defensa de los intereses de su región y de España. “Como presidente, siempre defenderé la igualdad de todos los castellano-manchegos y entre todos los españoles, no solo en lo concerniente a los derechos económicos y sociales sino también en los políticos”.
“Votación de todos los españoles”
El presidente autonómico señala que el diálogo “es la mejor manera de resolver conflictos”, pero para que sea “auténtico y eficaz” debe incorporar a “todos los representantes del conjunto de los españoles”. Es decir, a las Cortes Generales. Page, por tanto, no comparte que el marco de negociación sea una mesa entre los dos ejecutivos, el central y el catalán, porque es una cuestión que concierne a todo el país.
A pesar de estas críticas, García-Page ha manifestado que confía en las explicaciones ofrecidas hoy y que el diálogo estará “siempre dentro del marco de la Constitución y que el derecho de autodeterminación no será objeto de negociación”.
Page conversó ayer jueves con Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos en el Congreso y futura líder del partido, quien pidió a los barones socialistas que “frenasen” a Sánchez. El líder castellanomanchego reiteró su convicción de que “no conviene que el Gobierno de España dependa de independentistas”, pero, en línea con lo que manifestaron sus compañeros de partido, pidió a los diez diputados naranjas que faciliten la investidura del presidente en funciones, “ganador de las elecciones, como ya hizo el PSOE en 2016 y como debiera hacer el PP”. “lo que afecta al conjunto de España debe ser objeto de valoración y votación de todos los españoles”, ha concluido.