En muchos momentos me hice esta pregunta, ¿qué sentiré el día que cierre la taquilla por última vez?
Ayer obtuve la respuesta, en lo que di la vuelta a la llave, pasaron por mi cabeza todos los recuerdos desde el 9 de diciembre de 1981, recuerdos tanto familiares como profesionales.
La transición que la Policía Militar hizo a una Policía de naturaleza civil y profesional.
Vivir el golpe de estado con unos mandos militares que no sabían qué hacer.
La llegada del PSOE al Gobierno y el Mundial del 82.
Haber estado en el vestuario de los Rolling. Tener al lado a David Bowie.
La segunda denuncia que fui a poner, fue a José Manuel Ibar “Urtain”.
Haber estado conversando de fútbol con Mikel Robinson en un control de alcoholemia, me comentó su experiencia en San Mamés y cuando jugaba en el Liverpool, ya que me vio el escudo del Athletic de Bilbao.
Tampoco se me olvidará aquella madrugada de Mayo abriendo paso al Real Madrid con la décima camino de Cibeles, la sensación que producía dentro del patrulla los miles de personas que gritaban en la calle. Solo pensaba que alguno de ellos pagaría por estar en mi puesto, luego tuve mi recompensa cuando al final del evento Isco me ofreció la Copa para hacerme una foto y yo le dije que no, que no intentara convencerme para ser del Madrid, que continuaría siendo del Athletic, así echamos unas risas.
Por otro lado, el rodaje con Juan y Medio de “Inocente Inocente” para meter a Simeone en una cabina telefónica.
La grabación del primer capítulo de Emergencias cuando probé yo mismo el alcoholímetro para hacer la prueba.
El programa con Bertín Osborne en TeleCinco y por supuesto, la última aparición con el uniforme en 13TV.
También hubo momentos menos agradables, como todos aquellos atentados donde íbamos a poner el cordón informativo. Mientras estábamos en uno, en la Calle Sepulveda, vi como saltaba por los aires el coche de Irene Villa.
La experiencia más desagradable fue la vivida con Carlos, mi compañero, recién entrado en la policía, el 11-M, al llegar al lugar de los hechos con la furgoneta policial cuando realizábamos el traslado de los médicos forenses y ver miles de personas agolpadas a las vallas para saber de sus familiares.
Así muchas y muchas vivencias que lo antes posible comenzaré a anotar en un cuaderno para cuando la mente me juegue una mala pasada, que alguien me las pueda contar y no se pierdan como lágrimas en la lluvia.
Fdo. Un Policía Municipal de Madrid recientemente jubilado.