Estrasburgo ha dicho con claridad a los condenados que ni tuvieron un juicio imparcial, ni las penas a las que fueron condenados eran desproporcionadas como pretendían con la demanda.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha cerrado la puerta a los jóvenes de Alsasua condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas, en primera instancia por la Audiencia Nacional, y, posteriormente, ratificada en parte la condena, por el Tribunal Supremo.
Punto y final al caso Alsasua que volvió a remover las conciencias de los no violentos en octubre de 2016 cuando, en un bar de esta localidad, los intransigentes volvían a dar otra vez muestras de cómo defienden ellos las ideas: a golpes especialmente cuando son mayoría.
Para AEGC la decisión del Tribunal de Estrasburgo es positiva y deja en evidencia a todos los que han tratado de presentar a los agresores como víctimas. Empezando por el Grupo Parlamentario de Podemos donde los recibieron como mártires y se olvidaron de los agredidos: los dos guardias civiles y sus parejas que terminaron en el hospital, y eso con el silencio cómplice del único guardia civil diputado.
Desde AEGC han querido recordar que aquel 5 de octubre de 2016 dos hombres y dos mujeres fueron agredidos por 8 intransigentes. Esos dos hombres y esas dos mujeres además de ser víctimas de la brutal agresión se vieron obligados a abandonar su pueblo para mantener su seguridad e integridad. Sufrieron heridas físicas, sufrieron heridas morales, se les expulsó de su hogar y se les señaló como si ellos fueran los culpables.
Para AEGC no puede haber lugar a una sociedad que ante una agresión castigan a la victima y ensalzan al victimario. Por ello desde esta Asociación esperan que “esta decisión sirva para dar la vuelta a la historia y que las víctimas sientan que, aunque queden intransigentes, la justicia está de su parte. Y aquellos que en su día contribuyeron a esta injusticia desde las más altas Instituciones del Estado rectifiquen y pidan disculpas”.