La muerte de una de las niñas de 12 años argentina de Sallent, mientras que otra permanece ingresada en el hospital tras un intento de suicidio, ha vuelto a destapar en Cataluña un posible caso de discriminación, odio y xenofobia.
Gustavo Lima, abuelo de las niñas de Sallent, apuntó ayer en una entrevista para el diario argentino ‘La Nación’ que uno de los motivos de las burlas que recibían sus nietas es que no hablaban catalán.
«Hablé con las pequeñas hace unos meses y me dijeron que los chicos de su clase se reían de ellas porque no hablaban bien el catalán. Yo les dije que no le dieran importancia, que eran muy inteligentes y lo iban a aprender seguro», expresó abatido.
Publica ABC que tras entrevistarse con varios de los compañeros de clase del instituto las llamaban ‘las argentinas’ y siempre estaban peleándose con ellas en el patio».
El atestado de los Mossos d’Esquadra recoge algunos testimonios indirectos que dicen que las menores sufrían ‘bullying’, según fuentes policiales publicadas en varios medios.
Nada es casual, la actividad política trae estas consecuencias, no es la primera vez que ocurren hechos similares en colegios catalanes. La discriminación, sexofobia y odio no aparecen, se siembran y estas son las consecuencias.