El 11 de febrero de este año tuvo lugar un debate de una iniciativa que tuve el honor de defender en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. Lo que se debatía, entre otros puntos, era el establecimiento definitivo del Sexto Turno en los servicios operativos de 24 horas de la Policía Nacional y el estudio de su establecimiento inmediato en los servicios operativos de la Guardia Civil.
Desde que el Ministerio dispuso su implantación temporal en la Policía Nacional se ha demostrado que, contrariamente a lo que el propio Gobierno dice, es el mejor turno en muchos sentidos.
En primer lugar “el Sexto” cubre a la perfección los servicios. Aún recuerdo al Diputado Comunista, hoy además premiado con una Secretaría de Estado, decir que no se cubrían los servicios y que era imposible su implantación en periodo vacacional. También resuena en mi cabeza aquella desagradabilísima voz de la diputada socialista Cantera decir en su habitual tono faltón que no tenía ni idea de lo que hablaba. Mientras estos dos “entendidos” de la materia soltaban sus discursos, el Gobierno prorrogaba hasta octubre el Sexto Turno, todo un ejercicio de coherencia.
En segundo lugar la implantación de un sistema de turnos en los servicios operativos de la Guardia Civil es una demanda histórica que los miembros de este cuerpo merecen y que además, supondría eliminar los graves problemas de conciliación de la vida laboral y familiar que ya sufren. Los dos diputados anteriormente aludidos justificaban su negativa en este punto diciendo que yo desconocía el modelo de despliegue operativo de este Cuerpo. De nuevo, todo un alarde de talante y diálogo.
En tercer lugar, y creo que lo más importante, el Ministerio del Interior ha establecido este modelo de turnos en un momento terrible, por suponer un modelo en el que los agentes prestan servicio en grupos estancos que no se mezclan y que además permiten tomar muchas medidas de seguridad, desinfección y control que serían imposibles en otros modelos de turnos. Y el virus ha llegado para quedarse.
La iniciativa fue rechazada con los votos en contra de PSOE y Podemos, con las motivaciones ya aludidas.
En definitiva, el Sexto Turno ha demostrado sobradamente que las excusas de PSOE y Podemos son absurdas, ridículas y basadas en mentiras que ni los que las dicen creen.
El Sexto funciona, también en periodo vacacional, lo cual permite ver a las claras que este modelo puede y debe ser implantado definitivamente tanto en quienes ya lo realizan como en el cuerpo Hermano de la Guardia Civil. Y por supuesto deja también ver claramente que los portavoces socialista y comunista hicieron aquel día un ejercicio “embustérico” a la altura del todomentiroso que les mantiene en el escaño.
Seguiré luchando por su implantación. El Sexto funciona.