Desde el 2005 han pasado por el programa de tratamiento PRIA para penados por esta tipología delictiva casi 10.500 internos.
Los delitos relacionados con la violencia de género constituyen uno de los tres motivos principales de ingreso en prisión.
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, han inaugurado este miércoles una jornada divulgativa sobre el trabajo que se realiza en la Administración Penitenciaria con los condenados por delitos relacionados con la violencia de género.
Bajo el título ‘Respuesta integral para la erradicación de la violencia de género’, 170 asistentes, entre representantes del Ministerio de Igualdad, de Instituciones Penitenciarias, de ayuntamientos y entidades del tercer sector, han participado en el encuentro telemático.
En su intervención, Ángel Luis Ortiz ha agradecido al Ministerio de Igualdad la acogida y ha subrayado la importancia de la coordinación y cooperación interinstitucional en esta materia: “Ante un problema de esta magnitud, con multitud de víctimas directas e indirectas, la Ley de Medidas de Protección Integral, el Pacto de Estado y la sociedad en su conjunto nos interpelan a los poderes públicos para trabajar en una misma dirección y con un único objetivo: erradicar la lacra de la violencia contra la mujer”.
A día de hoy, 7190 hombres están privados de libertad por esta tipología delictiva. Representan el 9,8% de la población penitenciaria. Esta es, por tanto, la tercera causa de ingreso en prisión, por detrás de los delitos contra el patrimonio, un 34,6%, y contra la salud pública, un 18,7%.
En el repaso del trabajo tratamental con condenados a penas privativas de libertad por violencia de género, el secretario general de Instituciones Penitenciarias ha recordado que casi 10.500 hombres han participado voluntariamente en el programa terapéutico PRIA (Programa de Intervención para Agresores) entre 2005 y 2021.
Ha explicado Ángel Luis Ortiz que se trata de una intervención que aborda factores directamente relacionados con las conductas violentas y de maltrato. Entre otros, las distorsiones cognitivas, las creencias irracionales, la falta de empatía con la víctima, la violencia física, la violencia psicológica y el abuso e instrumentalización de los hijos. “El objetivo último –ha asegurado− es activar todas las estrategias posibles para frenar la transmisión intergeneracional de la violencia y prevenir una repetición de patrones al salir de prisión”.
En cuanto a los condenados a penas y medidas alternativas, 7.800 hombres han realizado el programa PRIA-MA, la evolución del PRIA para el medio abierto, en 2021. En este ámbito, el año pasado, del total de mandamientos judiciales recibidos en los servicios dependientes de la Administración Penitenciaria, 33.405 fueron por delitos relacionados con la violencia de género, lo que supone un 38% del total.
Instituciones Penitenciarias puso, además, en marcha en 2020 el taller Regener@r: 10 claves para conseguir relaciones de pareja igualitarias; un recurso diseñado para dar una respuesta a los condenados a trabajos en beneficio de la comunidad en una cuantía menor.