Ana Pontón es la cabeza visible del Bloque Nacionalista Gallego, un partido nacionalista de extrema izquierda gallego que se ve en el espejo de BILDU y ESQUERRA. Se ha convertido en estos últimos años en la segunda fuerza política de Galicia, donde defiende entre otras, la enseñanza plena en gallego y suprimir competencias estatales en la Comunidad Gallega.
El programa electoral del BNG emana nacionalismo puro, pero analizando el mismo y su cumplimiento sería la expulsión de Galicia de miles de familias gallegas, españolas también que trabajan para la Administración estatal, y es que reclaman las competencias y creación de unidades que sean específicas y propias de Galicia.
Los policías nacionales y guardias civiles son uno de estos ejemplos, son 9277 agentes más sus familias, que ven peligrar su vida en su tierra, ya que el BNG está más cerca que nunca de poder hacerse de la mano del PSOE con el Gobierno gallego. Recordemos que el BNG es uno de los socios de Gobierno del presidente Sánchez en estas dos últimas legislaturas.
En la página siete del programa electoral del BNG refleja “A asunción plena e exclusiva das competencias en seguranza pública e viaria”, así, a bote pronto no dice mucho, pero si acudimos a las página 170 de este programa se especifica muy bien la intención de crear “A Policía Galega” (la policía gallega), y para eso exponen, que “el BNG acredita en un modelo de policía gallego integral, que tendrá como prioridad la protección de los derechos y libertades de las personas para lo que deberá contar con una estructura organizativa ajustada a la realidad de Galicia, y con los recursos y medios necesarios para atender las funciones que tenga atribuidas, tanto en la prevención y asistencia a la ciudadanía, como de investigación y persecución de las infracciones al ordenamiento jurídico.
Para lograr estos objetivos, el gobierno del BNG desenvolverá las siguientes líneas de actuación:
– Efectiva creación del Cuerpo de Policía de Galicia ya previsto en el Estatuto y contemplado en la Ley de 2007 que, con carácter inmediato, asumirá las competencias y funciones qeu actualmente tiene conferidas la Unidad de la Policía Adscrita, cuyos efectivos y medios pasarían a integrarse en ella.
Constatada la falta de actualización y cobertura del cuadro de personal de la Sección de la Policía Adscrita de Galicia, se procederá al incremento del mismo y la elaboración de un nuevo catálogo de puestos de trabajo ajustado a la realidad actual de Galicia.
Se impulsará la aprobación por parte del Parlamento del Estado (español) la proposición de ley orgánica de transferencia de las competencias en materia de transito y seguridad vial. Después de su aprobación se impulsará un Plan de despliegue del Cuerpo de
de Policía de Galicia que permita, en todo el
territorio gallego, el ejercicio efectivo con personal propio de la Policía gallega las competencias transferidas.
A estes efectos, se procurará facilitar la integración de los funcionarios de la Guardia Civil de Tráfico actualmente en servizo en nuestro País, de acuerdo cos los procedimientos y exigencias determinados
legalmente.
El plan de despliegue deberá contemplar la progresiva sustitución de la Policía Nacional y Guardia Civil en sus funciones de policía judicial, seguridad ciudadana y orden público,
Y policía administrativa que serán asumidas por el Cuerpo de Policía Gallega.
Se constituirá la Junta de Seguridad de Galicia, integrada paritariamente por la Administración del Estado y la autonómica, que garantizará la coordinación entre las distintas Policías
que trabajen en el País (Galicia).
Se potenciará la integración de las Policías locales con la Policía gallega, con el fin de garantizar una efectiva coordinación, homogeneizar as condiciones de trabajo de todos os efectivos policiales y
fomentar su carrera profesional”.
Pero el programa nacionalista no se queda ahí, todo lo que signifique trabajar o pertenecer a un servicio de la Administración del Estado en Galicia es factible de ser “nacionalizado”, lo que supondría el desplazamiento de docenas se miles de familias gallegas, que se sienten gallegas y españolas, y que una de la figura paterna tenga la “desgracia” de trabajar para el estado español.
