Artículo de opinión para Policía H50 de nuestra colaborada psicólogo, Pilar Enjamio.
Estamos asistiendo a una imposición de ideas de forma alarmante y bestial y al no asumir su fracaso, ejercen la violencia sobre el diferente. La deformación y manipulación de la realidad tiene tintes patológicos. El que está enfermo dice que está enfermo el otro. La discusión o debate es imposible e inalcanzable en un estado mental enajenado creado por un fanatismo acentuado.
Aunque los demás veamos un color blanco el afectado dirá que no, que es negro. Se trata de una distorsión de gravísimas consecuencias, similar o idéntico al del control mental de las sectas y de ahí su carácter dañino y tóxico, enfrentándose a todo y a todos. Una ansiedad o nerviosismo exagerado crea agresividad y esta se bifurca en varias vías nada buenas y
aconsejables que deberían prevenirse y evitarse.
En una sociedad moderna todos debemos ser cooperantes y cómplices y respetar a todos y cada uno de sus miembros como seres únicos con pensamiento propio. En la persona pacífica se generan miedos,angustias,incertidumbres ,depresiones, agorafobia, mareos, sincopes, hipotonía.
Afortunadamente, en cualquier situación violenta tenemos unos ángeles guardianes que son las Fuerzas de Seguridad que se exponen a todo por defendernos y controlar y apaciguar situaciones anómalas para transformarlas en paz y vuelta a la normalidad. Sin ellos sería imposible la existencia y equilibrio de una sociedad que debe garantizar los derechos individuales y de comunidad.
Lo más sangrante es la existencia de medios, de prensa que trastoca una realidad. Sin embargo la verdad tiene un único camino
y el tiempo lo demostrará, aunque en el camino se haya hecho daño, demasiado daño.
En la actualidad y más que nunca vemos el fenómeno del gregarismo, la masa de gente que grita y no sabe lo que grita ,consignas sin sentido en problemáticas no son cuestión de fe, de yo si te creo, sino de pruebas, de datos, de objetividad. El intrusismo y lo atrevido de la ignorancia donde todos son o pretenden ser jueces, policías, psicólogos, criminólogos.
La impulsividad jamás ayudará en ningún proceso y mucho menos la voz del desconocimiento real. Navegamos en el mismo barco y se necesita un capitán experto, profesional para no naufragar y llegar a puerto sanos y salvos .
Pilar Enjamio, Psicólogo