Parece ser que el retorno a casa de muchos compañeros se complica, a la vista del último borrador del Concurso General de Méritos y a la espera de las plazas que puedan arañar los sindicatos. No solo el Norte esta prohibitivo en lo que a baremo se refiere, Castilla y León e incluso Islas Canarias se ha complicado sobremanera y todo ello genera una duda: ¿Qué va a ocurrir con todas aquellas familias separadas por cientos de kilómetros que han visto cómo sus opciones de reunirse se han reducido enormemente a tenor de este borrador?
Para los compañeros que tienen que vivir alejados de sus seres queridos pesa como un piedra maciza el paso de los años de ausencia, de no poder estar presente para ver como sus hijos crecen, para ayudar a sus cónyuges en su crianza… puedo incluso ponerme en la piel de aquellos que por capricho del destino tienen en su seno algún problema de salud.
Hay que regular las comisiones de servicio, consiguiendo que dejen de ser de concesión y cese potestativo y que estén estrictamente reguladas, y hay que crear herramientas nuevas: excedencias en las que sigas baremando, licencias de mayor duración, días de permiso por reuniones con personal de centros de apoyo a los que asistan los hijos y no únicamente con los centros educativos… En definitiva, un abanico de nuevas posibilidades para que la piedra maciza no pese tanto y que pasa por reformar/ampliar la Ley de Personal en este aspecto.
Por desgracia, no todos los problemas de los policías nacionales se solucionan con la equiparación. Algunos donaríamos gustosamente parte de nuestra nómina si con ello se resolvieran los problemas de salud de los nuestros.
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