Las autoridades marroquíes han confirmado la muerte de Rayan Oram, el niño de cinco años que, tras caer accidentalmente el pasado martes en un pozo al norte del país, permaneció atrapado en él durante 96 horas.
Se hallaba a 32 metros y todos los intentos de rescate han sido vanos. Al igual que el pequeño Julen en España, se emplearon todos los medios, sin poder lograr rescatarlo con vida.
La compleja operación de rescate que, en su fase final, se prolongó durante horas por la complejidad del terreno, no fue suficiente.
Fue sobre las diez de la noche de ayer, cuando se pudo ver a través de las distintas televisiones de Marruecos como los padres de Rayan ingresaron al túnel abierto para acceder al pozo de la mano de los servicios sanitarios. Salieron poco después en una ambulancia sin hacer declaraciones, y tras un momento de confusión, se confirmó la fatal noticia, Rayan saldría del pozo sin vida.