Un coche bomba cargado con veinte kilos de amonal y cuarenta de metralla, ubicado en Bilbao acababa con la vida de los tres agentes y rompía tres familias
El atentado perpetrado por los terroristas de la banda criminal ETA fue una trampa en la que perdieron la vida los tres policías
Eran poco más de las ocho de la mañana del 24 de mayo de 1989, cuando la banda de asesinos ETA mataba con un coche bomba a dos policías nacionales y a un ertzaina.
Tanto los policías nacionales, José María SÁNCHEZ GARCÍA y Manuel JÓDAR CABRERA, como el ertzaina Luís HORTELANO GARCÍA eran especialistas en desactivación de explosivos.
Los terroristas hicieron estallar un artefacto de escasa potencia a pocos metros de un concesionario de vehículos, con el fin de atraer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Hasta el lugar se acercaron tres artificieros, expertos en desactivación de explosivos, José María y Manuel por parte de la Policía Nacional y Luís de la Ertzaintza.
Cerca de donde se produjo la primera explosión, los terroristas aparcaron un taxi cargado de explosivo, sabiendo que los agentes se acercarían, al estar sustraído a punta de pistola.
Los artificieros sospecharon y localizaron la potente bomba dentro del maletero. Un bidón cargado con veinte kilos de amonal, por lo que comenzaron con la desactivación de la bomba.
Los artificieros estuvieron más de dos horas intentando desactivar el artefacto explosivo, incluso llegaron a detectas y desactivar varios mecanismos trampa, pero los terroristas habían ocultado un sistema de iniciación oculto en cemento para evitar ser detectado.
La explosión hizo saltar en pedazos a los tres agentes, quedando sus cuerpos esparcidos varias decenas de metros del lugar de la explosión.
Los veinte kilos de amonal iban acompañados de cuarenta kilos de metralla y un multiplicador de pentrita.
Otros cuatro policías más, un bombero y seis civiles fueron heridos de diversa consideración por la explosión.
El 24 de mayo de 1989 era la víspera de la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebraban el 15 de junio y todos los partidos, a excepción de Herri Batasuna, decidieron suspender los actos de la primera jornada de campaña.
Manuel Jódar Cabrera era de Granada, tenía 35 años, estaba casado y tenía dos hijos. Ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1975.
José María Sánchez García era de Salamanca, tenía 34 años, estaba casado y tenía también dos hijos, una niña de 5 años y uno niño de 4. Ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1981.
Luis Hortelano García, de 33 años, era natural de Bilbao. Estaba casado y al igual que sus dos compañeros, tenía dos hijos. Luís ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1982 y en 1986 por su experiencia en desactivación de explosivos, pasó a formar parte de la Ertzaintza. Era el jefe de la Unidad Especial de Desactivación de Explosivos.
Ahora, esos que en 1989 asesinaban a inocentes, están en el gobierno de España y son llamados ” hombres de paz”. Hasta cuándo va durar la insensatez y la sinrazón? No reconozco a mi país ni a mis compatriotas.
Eran mis compañeros y amigos, siempre les recordaré.
(Un pequeño error en el artículo: La hija de José María Sánchez apenas tenía 5 meses, no llegaría a conocer a su padre al crecer, más que por foto y por lo que le contamos de él los que lo conocimos)