Los hechos ocurrieron en la zona norte de Alicante, donde una patrulla recibió el aviso urgente de la Sala 091, ya que un bebé tenía severas dificultades para respirar. Cuando llegaron al domicilio, pudieron comprobar que el neonato se encontraba inmóvil, con los labios amoratados, sin mostrar signos de reacción y con dificultades respiratorias, a lo que rápidamente uno de los agentes lo agarró y lo volteó en uno de sus antebrazos, aplicándole la maniobra de Heimlich. El bebé tiene solo seis meses de edad, se encontraba en su domicilio y no podía respirar.
A los pocos segundos, el lactante comenzó a respirar con normalidad, a llorar y a recuperar su color habitual, ya que las vías respiratorias habían podido ser liberadas gracias a la citada maniobra, explica la Jefatura Superior en un comunicado.
La coordinación y la rápida actuación realizada en las maniobras de reanimación, destacan, “fueron determinantes para salvar su vida”. Así, los agentes, mientras esperaban a la llegada del SAMUR, estuvieron estimulando al bebé para mantenerlo estable.