Dos policías nacionales, mientras practicaban ciclismo en su tiempo de ocio y por tanto fuera de servicio, detuvieron a un individuo por presuntamente agredir a su pareja sentimental y arrojarla a la vía desde una furgoneta en marcha.
Los hechos se produjeron sobre las 14.30 horas del pasado sábado, a la altura en el kilómetro 29 de la M-607, cerca de Colmenar Viejo. Los policías circulaban en bicicleta cuando de repente vieron a una pareja forcejeando en un lateral de la carretera.
Los agentes, destinados en la Unidad de Subsuelo de Madrid, detuvieron su marcha y acudieron al lugar para interesarse por lo que allí sucedía.
El hombre implicado en el forcejeo se apresuró a restar importancia a lo acontecido, aludiendo a que su pareja sufría un simple ataque de nervios. Fue entonces cuando, uno de los agentes observó en el interior de la furgoneta blanca a una mujer de 28 años, con la cara ensangrentada y diversas heridas.
La mujer confesó a los agentes que su pareja la había arrojado del vehículo en marcha y que en ese momento trataba de volverla a introducir en la furgoneta a golpes.
Ante estos hechos los ciclistas se identificaron como policías nacionales y procedieron a la detención del individuo por un presunto delito de malos tratos en el ámbito de la violencia de género.
Una ambulancia trasladaría a un hospital a la víctima y la Guardia Civil, por su parte, se haría cargo del detenido al pertenecer el lugar de la agresión a su circunscripción.
Se trata de una prueba más que los policías permanecen de servicio las 24 horas del día por dos motivos fundamentales: les obliga la Ley 2/86 de FFCCS y, especialmente, por vocación de servicio.