El juez ha decretado ingreso en prisión para Germán R. T., de 28 años de edad, y Aroha M. G., de 27 relacionados con la muerte de sus dos hijos. El primero, Omar, por una fractura de cráneo y el segundo, Dylan, con varias costillas fracturadas.
Omar R. M. falleció el 23 de enero de 2018 en el hospital de Albacete con sólo cuatro meses de vida tras pasar varios días en la UVI y a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico que le provocó una hemorragia cerebral.
Se trataba del primer hijo de la pareja residente en la localidad albaceteña de Caudete. Los padres no dieron a la Guardia Civil una explicación convincente de cómo se había fracturado el cráneo el bebé «sólo decían que se lo habían encontrado llorando», explican fuentes policiales.
A pesar de que se inició una investigación, Germán y Aroha no fueron detenidos aparentando ser una pareja normal. Cuatro meses después del fallecimiento de Omar, ella quedó embarazada de nuevo y el 18 de febrero de 2019 dio a luz a otro varón, al que llamaron Dylan.
El segundo hijo falleció con el mismo número de días de vida que su hermano: 131.
El pasado 29 de junio, cuando aún estaba en curso la investigación por la muerte del primer hijo, los servicios de emergencia acudieron a la vivienda familiar alertados por los propios padres. Dylan estaba ya muerto cuando llegó la ambulancia y los sanitarios pensaron que había sufrido una muerte súbita.
Según la autopsia practicada, el bebé presentaba múltiples fracturas en varias costillas que le habían provocado la perforación de un pulmón. En el informe forense se reflejaba que en los huesos del menor había evidencias de roturas anteriores.
El suceso pasó inmediatamente a manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Albacete, que detuvo a los progenitores el pasado 4 de julio.
La Juez que se encargó del caso les tomó declaración y ordenó el ingreso de ambos en la prisión de La Torrecica, donde aún se encuentran en prisión preventiva.
Ambos progenitores son voluntarios en el servicio de Protección Civil. Un perfil que aparentemente no cuadra con los hechos por los que se les investiga. En sus entornos familiares descartan totalmente el consumo de estupefacientes ni ninguna patología psiquiátrica que pudiera ser el origen de una actitud violenta hacia sus bebés.
En los momentos posteriores a la muerte del primer niño, los padres apuntaron a una negligencia médica -en concreto, a las vacunas que le habían puesto recientemente- y apuntaron la posibilidad de emprender acciones legales.
La madre publicó entonces en Facebook una fotografía de su hijo y un mensaje en el que pedía justicia. «Te echo mucho en falta, la mama, mi pequeño, pero esto lo van a pagar lo que te han hecho. Te amo mi Omar, donde estés yo siempre te llevaré en mi cabeza mi vida y en mi corazón».