Los hechos han ocurrido la tarde del miércoles 3 de Junio, en el Módulo de Aislamiento del Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas, León, donde varios internos clasificados en el artículo 91.3 y solo por el motivo de “liarla” quemaron los colchones de sus respectivas celdas.
El incidente se produjo sobre la 17:15 horas, cuando los funcionarios que trabajaban en el departamento de aislamiento del Centro penitenciario de León recibían una llamada por el interfono de la celda de uno de los internos clasificado en artículo 91.3 (extrema peligrosidad) comunicando que ha prendido fuego al colchón de su celda y que todo estaba en llamas. Pasados unos segundos, llamó por el mismo canal otro interno clasificado también en artículo 91.3, comunicando que ha prendido fuego a su celda y que había mucho humo.
Hechas las averiguaciones oportunas por parte de los funcionarios que prestan servicio en el departamento, comprobaron que efectivamente se estaban quemando los colchones de dos celdas de aislamiento. Por tal motivo, se dió aviso al Sr. Jefe de Servicios que se personó en el departamento para solventar la situación y comunicó a los funcionarios de
servicio que se habían de extremar las medidas de seguridad al ser ambos internos catalogados en artículo 91.3 como de máxima peligrosidad.
Acto seguido, se procedió a colocar los trajes de seguridad para evitar cualquier tipo de agresión ya que previamente se había procedido a apagar el fuego de los colchones de las celdas, que habían provocado una gran cantidad de humo y se consiguió reducir a ambos internos, con el fin de que depusieran su actitud ya que estaban en un estado de gran alteración y agresividad. A continuación se procedió al aislamiento de los mismos para evitar mayores daños y lesiones tanto a los funcionarios como a los internos.
“La situación que se está viviendo en las cárceles de nuestro país, agravada además por la excepcional situación de pandemia en la que nos encontramos, pone en duda la eficacia del sistema penitenciario y la política penitenciaria actual que se está llevando a cabo, así como la adecuación de los recursos de los que se disponen en los Centros para afrontar situaciones graves”, manifiestan desde la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP).
Según los representantes de los trabajadores de instituciones penitenciarias, estas agresiones se podrían minorar con la reposición de personal a través de una oferta de empleo público suficiente. “En el Centro Penitenciario de León tenemos una falta de personal cifrada en 75 trabajadores a fecha de 1 de diciembre de 2020 y de 3434 en el conjunto de los centros dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias”, aseguran a h50.
Además reivindican el reconocimiento de agente de la autoridad a los trabajadores penitenciarios, para que las agresiones no se queden en una simple multa. “Reclamamos la necesidad de disponer de medios materiales del siglo XXI como la pistola taser, así como una formación adecuada en defensa personal para minimizar las actuaciones con los internos”, denuncian. Es por ello que consideran necesario realizar un llamamiento a la Administración para que tome las medidas oportunas.
Desde APFP solicitan también más medidas de seguridad y medios materiales que protejan la integridad física de los trabajadores en estos momentos tan delicados que sufren, con una formación inadecuada para éste tipo de incidentes y sin el número de personal, en la mayoría de ocasiones, para su intervención, y máxime en la situación que atravesamos en el país y dentro de las
prisiones.
“Los funcionarios/as de prisiones arriesgan sus vidas a diario para salvaguardar la de los internos/as, careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos”, denuncian desde APFP LEÓN a la vez que destacan que “una vez más y gracias a la profesionalidad y rápida actuación de los funcionarios este incidente se solventó con gran prontitud evitando que los internos ocasionara mayores daños personales y materiales”