De bien es sabido que la jornada de un policía no acaba cuando cuelga su uniforme en la taquilla y regresa a casa. Prueba de ello es el caso sucedido recientemente en Valencia. Dos agentes, uno perteneciente a la Policía Nacional y otro a la Guardia Civil, mientras se encontraban francos de servicios, detuvieron a dos mujeres que trataban presuntamente de robar en la casa del vecino de uno de ellos.
Los agentes se percataron con una de ellas trataba de abrir la puerta del vecino mediante el conocido método del “resbalón”, mientras su cómplice vigilaba.
Policía Nacional y Guardia Civil, se identificaron como tales, evitando que las presuntas ladronas, de 18 y 21 años, perpetraran el robo con fuerza en curso.
Una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar de los hechos, localizando entre las pertenencias de las sospechosas una llave inglesa y un destornillador doblado, así como joyas y dinero, pruebas indiciaras que no hicieron dudar a los agentes actuantes de las intenciones, fuera de la legalidad, de las jóvenes implicadas.
Concretamente, se les ha intervenido dos pulseras, cuatro pares de pendientes, un reloj y un colgante. Algunas de estas joyas presentan iniciales que no se relacionan con los nombres de las detenidas.
Ambas han sido detenidas por al menos dos presuntos delitos de robo con fuerza, uno de ellos en grado de tentativa.