La ceremonia religiosa se estaba celebrando sin las medidas de protección y prevención necesarias, entre personas de avanzada edad.
Este viernes por la tarde, agentes de la Policía Nacional tuvieron que paralizar una misa que se estaba celebrando en la parroquia de San Servando y San Germán de Cádiz. El motivo fue por no estar celebrándose con las suficientes medidas preventivas frente a la pandemia que está azotando el país.
Alrededor de 15 personas se encontraban dentro del templo, celebrando a diario el sacramento sin mascarillas ni guantes como elementos de protección frente al coronavirus.
Los agentes que accedieron al interior de la iglesia comprobaron que los feligreses que se encontraban allí, la mayoría de avanzada edad y por tanto población de riesgo, no contaban con material preventivo frente a un posible contagio.
Avisados por los vecinos.
La Policía Nacional fue requerida por los vecinos de la zona, que apuntaron que, en la citada iglesia, se celebran misas a diario, con unas 15 o 20 personas, la mayoría de edad avanzada, siendo uno de los grupos de riesgo.
Los agentes que entraron a la iglesia, comprobaron que la mayoría de los asistentes no portaban mascarillas ni guantes. En la parroquia, tampoco había soluciones desinfectantes para las manos de los feligreses.
Durante el estado de alarma, la asistencia a lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.
La Conferencia Episcopal un día antes de decretarse el estado de alarma ya dio unas orientaciones. “Mientras dure esta situación de emergencia recomendamos seguir la celebración de la Eucaristía en familia por los medios de comunicación”
