El balance de esta fiesta fue de once agentes heridos uno de ellos con rotura de dos dedos y disparos al aire para evitar ser apaleados.
Una “rave” es una concentración festiva de aficionados a la música house o techno, que generalmente se celebra sin autorización en un edificio abandonado o al aire libre.
En este caso la “rave” se celebraba sin autorización el pasado domingo en una zona protegida de Ibiza.
El despliegue policial estaba compuesto por 40 agentes, de los cuales 28 eran guardias civiles y 12 policías locales de diferentes localidades.
Posteriormente se sumaron más efectivos, si bien se encargaron principalmente del traslado y custodia de los detenidos.
El resultado de la fiesta ilegal fue el de 73 personas detenidas por delitos de atentado a agente de la autoridad, desórdenes públicos y desobediencia.
Pero lo que realmente interesa analizar es por qué sólo 40 agentes tuvieron que desalojar una fiesta que llegó a concentrar a un millar de personas.
El alcalde de San Josep ha negado que el Ayuntamiento tuviera conocimiento de la preparación de la fiesta antes del sábado. Tuvieron conocimiento cuando recibieron la madrugada del domingo ocho llamadas telefónicas alertando de los hechos, la primera, sobre la una de la madrugada.
Los agentes no actuaron hasta primera hora de la mañana del domingo debido a la magnitud del evento, de la cantidad de personas allí reunidas y los pocos efectivos que eran, lo que no garantizaba la seguridad de los propios funcionarios.
Aun así, cuando procedieron a desalojar a los asistentes, todavía quedaban más de doscientos, estos reaccionaron de manera violenta, atacando a los agentes. Utilizaron barras de hierro, palos y piedras que no dudaron en lanzar a las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Una fiesta ilegal en Ibiza acaba con 11 agentes heridos y 73 personas detenidas. Falta de medios y de personal. Un policía Local realizó un disparo al aire al verse acorralado. #Rave #fiesta #ibiza #GuardiaCivil @AUGC_Comunica @AEGCnacional pic.twitter.com/UyVhQLeA9R
— h50.es (@h50digital) August 27, 2019
Un policía local que se vio acorralado tuvo que realizar un disparo disuasorio al aire temiendo por su integridad física.
Al final resultaron heridos 10 guardia civiles, uno de ellos con rotura de dos dedos de la mano y un policía local.
Los alcaldes de los municipios afectados y el delegado insular del Gobierno han aplaudido la colaboración entre los cuerpos policiales.
Sin material para la intervención.
Pero lo que no se explica es porqué 40 agentes, entre guardias civiles y policías locales han tenido que hacer frente a más de 200 personas que habían pasado toda la noche de fiesta, consumiendo alcohol y posiblemente sustancias estupefacientes.
Como se puede ver en las imágenes, los agentes no contaban con material adecuado para esa intervención. No contaban con cascos, ni escudos, ni material antidisturbios.
Puede verse como los agentes se encuentran rodeados en todo momento por los asistentes, expuestos a cualquier agresión.
También se puede ver como a un agente de la Guardia Civil le lanzan un objeto contundente que le golpea la mano. O como dos guardias que han intervenido algún efecto de la fiesta tienen que alejarse al ser increpados por los asistentes.
La próxima vez q vayan los políticos y los jueces a desalojarlos.
Esto mayormente solo pasa en España
Es como echar 40 bollos de pan para 2000 personas hambrientas😠
Cada vez veo menos apoyo por parte de las autoridades políticas de turno sin distinción alguna a las fuerzas policiales Municipales Policía Nacional y Guardia Civil que sin cada vez más difícil no se podría ni andar por la calle
Les recuerdo que no están solos y el gran público están con todos ustedes
Vivan las policía municipales Nacionales y Guardia Civil 🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸