Dimite el JEMAD e Interior cesa a un alto mando de la Guardia Civil por vulnerar el protocolo de vacunación COVID-19

Continua el escándalo de quebrantamiento del protocolo de vacunación frente a COVID-19 por altos mandos militares. Tras a penas unas horas después de conocerse que el JEMAD y otros cargos militares decidiesen administrarse la primera dosis de de la vacuna de Pfizer-BioNtech, se ha conocido la dimisión del general Miguel Ángel Villarroya casi a la vez que Interior ordenaba el cese inmediato del enlace de la Guardia Civil en el Estado Mayor.

La campaña de vacunación contra el covid sigue sembrando una larga polémica por se administrada a personal no contemplado en la primera fase del Ministerio de Sanidad. Hasta ahora se habían conocidos casos de políticos, médicos jubilados o personal no contemplado en el protocolo hasta que la inmoralidad y el desenfreno llegó al seno del Estado Mayor de la Defensa.

La dimisión de Villarroya se ha conocido después de que el propio Ministerio de Defensa lo hiciese público a través de un comunicado. La solicitud de dimisión la ha presentado directamente el mando militar a la ministra, Margarita Robles, a través de una carta, en la que destaca que siempre “se ha esforzado en servir de ejemplo a sus subordinados y en hacer lo correcto”. El general explica también que “ha tomado recientemente decisiones que considera acertadas y que nunca ha pretendido aprovecharse de privilegios no justificables”, pero que esas decisiones “están deteriorando la imagen pública de las Fuerzas Armadas” y “poniendo en duda” su “honradez”. De ahí la dimisión.

La mano del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, no había temblado a la hora de tomar una decisión rápida y pronto se conoció la destitución del teniente general de la Guardia Civil aumentando la presión sobre Robles que había en un primer momento solicitado un informe al propio JEMAD sobre lo sucedido.