Diego Menéndez es un caballero que desaparece el 5 de mayo de 2017. A la edad de 66 años, Diego poseía una perrita llamada “Mani”, un caniche color canela. Alrededor de las 20:45, fue cuando inició su habitual paseo junto a su fiel compañera.
Únicamente salió con sus llaves y su teléfono móvil, cuando hacia las 21:10 llama a su pareja, de nombre Marina, haciéndole saber que ya habían comenzado su retorno a casa.
Nunca regresarían a la misma.
La preocupación de su mujer se fue incrementándose a medida que pasaban los minutos, por lo cual, efectuó una llamada a Diego; llamada que nunca fue contestada.
A partir de ahí, dio comienzo la interposición de la denuncia, a la que le siguieron innumerables batidas realizadas por parte de sus vecinos, amigos, familiares y conocidos de la zona. Fruto de su parentesco con un vecino, fueron muchas las llamadas que se efectuaron a los distintos cuerpos policiales alegando haberle visto; desgraciadamente, ninguna resultó dar con el paradero de Diego.
La mascota tampoco llegó a casa.
Lo que siembra la sospecha del carácter involuntario de la desaparición, es el registro de la última llamada, la cual sitúa a Diego en Arganda del Rey, lejos de Rivas, ubicación en la residía. Rápidamente se concluyó sobre la imposibilidad de llegar a pie hasta Arganda del Rey, en los parámetros horarios que se manejaban.
Bien es cierto que, en alguna ocasión anterior, había existido algún despiste fruto de su incipiente padecimiento, pero, nada similar a lo que sucedió aquel 5 de mayo.
Han sido muchas hipótesis las que se han vertido, muchas líneas de trabajo diversas las que han tenido lugar. Además, apuntar a que, su deterioro cognitivo leve, no le impedía llevar a cabo ejercicio físico, puesto que la enfermedad era, hasta el momento, de carácter excesivamente incipiente.
Aludir a que, en el momento de su desaparición, vestía camisa de cuadros marrones, pantalón verde y gorro de tela verdosa. Mide 1,70 m de altura, tiene barba canosa, lleva gafas progresivas y es calvo.
Desde el presente artículo, se insta a la participación y colaboración ciudadana en los teléfonos 112, 062 y 091 con el fin de dar con el paradero de Diego.
Toda ayuda puede presentarse valiosa para el esclarecimiento del caso.
Juntos somos más fuertes.