Un hombre ha sido detenido por agentes la Guardia Civil tras una persecución por las calles de la localidad valenciana Catarroja. Sobre las 14.00 horas, se recibió el aviso en la Central COTA del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia, que un vehículo Audi Q3 de color naranja, con apenas dos meses de antigüedad, había sido sustraído en esa misma localidad y estaba siendo seguido por Policía Local de Catarroja, huyendo a gran velocidad en dirección Alicante por V-31 y A-7.
Inmediatamente y en coordinación con la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, se estableció un dispositivo para localizar el vehículo que hacía caso omiso a todas las patrullas que trataban de darle alcance, con una conducción manifiestamente temeraria que puso en riesgo al resto de usuarios de la vía.
Sobre las 14.46 horas, una patrulla perteneciente al Destacamento Valencia-A consigue localizarlo a la altura de la Ronda Nord de Catarroja, momento en el que los Agentes no dudan en bloquear el paso cruzando el vehículo oficial en su camino, con seguridad.
A pesar de ello el conductor del Audi Q3 decide embestir violentamente el vehículo policial dejando ambos vehículos destrozados.
Tras la colisión, el conductor sale huyendo a pie del lugar, siendo perseguido por los Guardias Civiles, a pesar de sus lesiones, consiguiendo darle alcance, reducirlo y proceder a su inmediata detención.
El detenido, un varón de 42 años con un amplio historial delictivo, fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil de Catarroja donde permanece detenido hasta su puesta a disposición judicial, siendo acusado por los delitos de hurto de uso de vehículo a motor, conducir de forma manifiestamente temeraria y sin haber obtenido nunca el permiso de conducir, estar bajo la influencia de drogas tóxicas o estupefacientes y por atentado contra los Agentes de la Autoridad.
Tanto el conductor como los Guardias Civiles, fueron evacuados a un centro médico para ser atendidos de las lesiones, si bien éstas no revisten en principio gravedad.
Esta es una muestra más de la pérdida de respeto hacia los agentes de la autoridad y a las órdenes dadas por ellos mismos, que día a día se enfrentan sin los medios legislativos y materiales a la creciente delincuencia.