La Policía Nacional de Alcobendas (Madrid) detuvo a un individuo tras cometer en tan sólo 20 minutos tres robos con violencia e intimidación.
En el primero abordó a una persona mayor por la espalda exigiéndole que le entregara el dinero que llevaba. Para ello le propinó varios golpes para acto seguido tirarlo al suelo y amenazarlo de muerte. Debido a los gritos de socorro del anciano, comenzó a acercarse gente para ver que sucedía, por lo que el autor si dio a la fuga.
El segundo fue en un local de alimentación, donde tras mostrar una navaja a la dependienta le dijo que le entregara el dinero de la caja registradora. No llegó a finalizar el robo, pues entró un cliente en la tienda, y tras enfrentarse con él, se marchó.
En el establecimiento había cámaras de seguridad que recogieron los hechos, grabando al autor.
Por último, en su tercer intento, agarró a una mujer por el cuello para robarla, si bien la mujer consiguió soltarse y pedir auxilio, por lo que el hombre se dio nuevamente a la fuga.
Los tres delitos se cometieron en apenas 20 minutos.
La Sala del 091 dio el aviso por la emisora a los vehículos que se encontraban de patrulla en la localidad, dirigiéndose uno de ellos al establecimiento, donde pudieron ver las cámaras de seguridad.
Los agentes tras ver al autor en las grabaciones reconocieron al mismo, el cual ya contaba con antecedentes por hechos similares.
En 20 minutos acumuló una condena de entre 6 y 15 años de prisión.
Se dirigieron a su domicilio, donde le localizaron y detuvieron. Llevaba puesta todavía la misma ropa con la que había sido grabado y con la que le describieron las otras dos víctimas, además de coincidir plenamente con las características físicas aportadas.
Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó su ingreso en prisión.
Según el artículo 242.1 del Código Penal, que recoge el delito de robo con violencia e intimidación, el autor será castigado con penas de prisión entre dos y cinco años.
Por tanto, en tan sólo 20 minutos acumuló penas de prisión de entre 6 y 15 años.
La gran profesionalidad de los agentes que acudieron al lugar hizo que reconocieran al autor tras visionar las imágenes y poder proceder a su detención, evitando así, que siguiera cometiendo delitos.