Los hechos ocurrieron en Elche. Una persona denunció a su propietario, con quien tenía contratado el alquiler (en situación confusa y no muy clara, dado que existen dos versiones). Le había cambiado la cerradura de la casa y para ello tuvo, evidentemente que entrar. Al parecer tenían problemas por impago de renta.
Según el propio denunciante, llevaba casi un año con la vivienda alquilada. No tenia contrato y el propietario le permitía vivir para hacerle un favor. Le permitía vivir de forma gratuita. Según su versión, se encontraba en la conocida situación de “precario”.
Según la denuncia, el inquilino (denunciante) apreció que la cerradura de su casa había sido cambiada y sustituida. Sus enseres estaban dentro.
En la denuncia no se aclara muy bien si el propietario o un amigo del propietario por orden de este, cambio la cerradura.
Delito de coacciones:
1. El que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados.