La Policía Nacional de Vigo ha detenido a una mujer de 43 años de edad, de nacionalidad española y sin domicilio conocido, por a menos seis delitos de Robo con Violencia mediante tirón a señoras de avanzada edad, no descartándose su implicación en otros hechos similares que todavía están siendo investigados.
Su primera víctima, una mujer de noventa años, a la que a principios de mes abordó en una céntrica calle de la ciudad de Vigo. La detenida entraba en el portal detrás de su futura víctima para quedarse en el rellano mientras ambas esperaban el ascensor.
Cuando este abrió sus puertas la mujer agresora agarró desde atrás la cadena de oro con medallas que la víctima llevaba colgada del cuello y se la arrancó de un tirón, huyendo del lugar a la carrera.
Unos días después una señora entraba en su portal siendo seguida por una mujer, dirigiéndose ambas hacia el ascensor para a los pocos segundos entrar en su interior, y tras preguntarle a que piso iba, sorpresivamente agarró la cartera que la señora llevaba y se marchó corriendo.
Mientras un indicativo policial atendía a esta víctima de robo con violencia, se recibió otra llamada de la Sala del 091 en la cual informaban que en una zona peatonal cercana una mujer, que coincidía con la que estaban buscando como presunta responsable del robo, acababa de agarrar a una señora de 85 años por el cuello para intentar robarle la cartera.
En este caso no logró su objetivo porque varios transeúntes se acercaron a ver qué pasaba y la agresora les dijo que la estaba ayudando porque se mareaba, si bien uno de ellos le recriminó que eso no era cierto y que había visto como intentaba robarla, y al verse descubierta soltó a la víctima y huyó por una calle cercana, logrando camuflarse entre la gente.
Mientras avanzaba la investigación y se iba cerrando el cerco, y los agentes encargados del caso, agentes del Grupo Operativo de Policía Judicial del Distrito Centro de la Comisaría de Policía Nacional de Vigo lograron identificar a la autora de los hechos, además de recuperar las joyas robadas.
A partir de ese momento centraron sus esfuerzos en intentar localizar a esta mujer para de ese modo atajar el clima de inseguridad que se estaba generando en torno a un colectivo tan vulnerable como el de nuestros mayores, y finalizar con unos robos con violencia que continuaron los días siguientes con víctimas de 83 y 85 años de edad.
En el primer caso la víctima era acorralada en el ascensor y la agresora se llevó su reloj mediante un tirón, mientras que el botín del segundo robo fue una cartera.
En este último caso la víctima además fue objeto de varios cargos sobre sus tarjetas bancarias, con las cuales realizaron pagos y retiradas en efectivo por un importe superior a los 1800€.
Ante la presión policial esta mujer intentó cambiar su zona de actuación y el día 16 de septiembre una nueva víctima de 85 años de edad era atacada en un portal de una plaza en la otra punta de la ciudad, llevándose en este caso una cadena de oro con una cruz.
Finalmente gentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Centro, localizaron a esta mujer cuando salía de un domicilio en la zona de la Doblada de Vigo, procediendo a su detención y traslado a dependencias policiales, donde tras tomarle declaración, los agentes lograron recuperar gran parte de los últimos efectos robados, que fueron entregados a las víctimas.
Modus operandi
Consiste en seguir a una mujer de avanzada edad, y esperar a que se introduzca en el portal de su domicilio, cuando esta mujer abre la puerta, acto seguido se introduce en el portal detrás de ella, sin llegar a dejar que la víctima cierre la puerta, para posteriormente seguirla hasta la puerta del ascensor o hasta la puerta de su vivienda.
Una vez allí, cuando la víctima, de avanzada edad, se encuentra totalmente desvalida, el autor o autora la agarra de forma violenta, llegando incluso a tirarlas, para de un tirón arrancarles cadenas, relojes, pulseras, carteras, o cualquier otro objeto de valor.
Dejar que las víctimas se introduzcan en el inmueble, lo realizan con el fin de que la víctima se quede más desamparada y desprotegida, inutilizando así cualquier ayuda que pudiera prestar cualquier persona en la vía pública.