22 horas del pasado martes, piscina de Usera en Madrid, un vigilante recibe una paliza por parte de cuatro individuos. El motivo fue llamarles la atención por su comportamiento. Fue hospitalizado. Los hechos ocurrieron una vez cerrada la piscina, le estaban esperando.
11 de julio de 2019, piscina de Santa Eugenia, en Vallecas (Madrid), un vigilante recibe una brutal paliza por parte de 7 jóvenes, habían accedido al recinto saltando la valla. También fue hospitalizado.
5 de julio de 2019, en Aluche (Madrid) unas treinta personas saltaron la valla de madrugada, amenazaron e insultaron al vigilante. La policía evitó males mayores.
23:45 horas del 17 de julio de 2019 un vigilante de 48 años es agredido por 7 jóvenes de entre 13 y 17 años. Recibió varios puñetazos, uno de ellos en el pómulo, precisó asistencia sanitaria. Les había pedido que se fueran.
Los hechos se vienen repitiendo año tras año, numerosos vigilantes sufren todo tipo de lesiones, agresiones, amenazas… en las piscinas públicas.
Muchas de ellas históricamente son conocidas por su “problemática” y el vigilante sabe que tendrá problemas tarde o temprano.
Educación y civismo es los que se pide desde el colectivo de vigilantes y desde luego, una mayor respuesta judicial a estos hechos que “habitualmente quedan en nada”, nos comenta un vigilante.
Quizá si en vez de un vigilante hubiera 2 o 3, no pasaría eso.