Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alzira (Valencia) a una mujer y dos hombres, de 25 y 24 años, como presuntos autores de un delito contra la salud pública, tras desmantelar en un inmueble ubicado en el Barrio del Raval un secadero de marihuana. Los agentes han intervenido 7.200 gramos de cogollos de marihuana.
Las investigaciones, llevadas a cabo por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Brigada Local de Policía Judicial de Alzira, se iniciaron a mediados de octubre, cuando los agentes tuvieron conocimiento que dos personas que previamente habían sido investigadas por hechos similares podrían estar a punto de distribuir una considerable cantidad de marihuana desde el Barrio del Raval
Con los indicios suficientes y tras ubicar el inmueble que al parecer, estaba siendo utilizado por los investigados únicamente como lugar de procesado y distribución de la sustancia estupefaciente, los agentes montaron un dispositivo de vigilancia en torno al mismo, pudiendo observar como los sospechosos frecuentaban el inmueble única y exclusivamente para el depósito y entrega de marihuana.
En un momento dado, mientras los agentes vigilaban el inmueble donde se encontraban los investigados observaron la llegada de un turismo conducido por un joven, el cual, tras contactar con estos a través del teléfono móvil, le hicieron entrega de una bolsa que este ocultó bajo el asiento del copiloto de su vehículo, saliendo apresuradamente de la zona. También observaron como de manera repentina los tres investigados abandonaron el inmueble rápidamente y por separado.
Los agentes interceptaron a dos de los sospechosos, un hombre y una mujer que habrían salido a toda prisa a bordo de un vehículo, y que una vez conocedores del objetivo del dispositivo, accedieron voluntariamente a acompañar a los agentes hasta el inmueble, facilitando la entrada al mismo, donde en una de las estancias, los agentes localizaron una caja con cogollos de marihuana con un peso de 7.200 gramos.
Ante tales hechos los agentes detuvieron a los tres investigados como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Los arrestados tienen antecedentes policiales por hechos similares. Uno de ellos ha pasado a disposición judicial mientras los otros dos han quedado en libertad tras prestar declaración, no sin antes ser advertidos de la obligación legal que tienen de comparecer ante la autoridad judicial cuando sean requeridos para ello.