Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en Sagunt (Valencia) una organización criminal que actuaba a nivel nacional, dedicada a la superación fraudulenta de exámenes oficiales para la obtención del carné de conducir y para la recuperación del permiso por pérdida de puntos. La operación se ha saldado con 22 personas detenidas, dos de ellas “in fraganti” durante la realización de una de las pruebas. Se han realizado dos registros domiciliarios y se han intervenido los dispositivos utilizados para cometer el hecho delictivo.
Las investigaciones se iniciaron en enero, cuando los agentes detectaron en el marco de una operación relacionada con el tráfico de drogas, la existencia de una organización criminal paralela que facilitaba la obtención del permiso de conducir de manera fraudulenta, empleando para ello teléfonos móviles, micro cámaras y audífonos internos.
Durante las primeras pesquisas realizadas, los investigadores averiguaron que el modus operandi consistía en colocar antes de la realización de la prueba una micro cámara a modo de botón en la prenda de vestir del examinado, que les permitía ver las preguntas, y un pequeño audífono a través del cual transmitían las respuestas correctas.
Actuaban en gran parte del territorio nacional
Los agentes pudieron saber que la organización estaba compuesta por tres personas propietarias del material electrónico y encargadas de instalarlo; tres profesores de autoescuela que facilitaban las respuestas correctas a los examinados; diversos “conseguidores”, que captaban en gran parte del territorio nacional a los interesados en aprobar de forma fraudulenta los exámenes, a los que cobraban entre 1.500 y 2.000 euros, así como por los propios clientes. El fraude se ha detectado en Valencia, Castellón, Murcia, Barcelona, Teruel y Ciudad Real.
La Policía Nacional ha detenido en total a 22 personas en el marco de esta operación por los delitos de pertenencia a organización criminal y falsedad de documento público, dos de ellas “in fraganti” durante la realización de uno de los exámenes. Los agentes también han realizado dos registros domiciliarios y han intervenido nueve teléfonos móviles, un ordenador portátil, una cámara camuflada con un botón y un colgante transmisor de sonidos.
De los detenidos, once de ellos tienen antecedentes policiales y cuatro han pasado a disposición judicial, mientras que el resto han sido puestos en libertad no sin antes ser advertidos de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando para ello fuesen requeridos.