Una operación de INTERPOL desbarata las redes de delincuencia organizada que están detrás del tráfico de especies. La operación de ocho semanas de duración dio lugar a varias detenciones y decomisos en toda Asia y África.
Con el nombre de Golden Strike, el operativo finalizó a finales del año pasado. Se centró en los delincuentes y las redes que se dedican al contrabando de fauna y flora silvestres protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) desde África hasta Asia.
Durante la fase preoperativa, los países trabajaron conjuntamente para identificar a los prófugos buscados por INTERPOL que se sabía que viajaban con frecuencia entre África, Asia, Estados Unidos y Francia, y que eran buscados por su participación en el tráfico de marfil, cuernos de rinoceronte, pangolines y partes de tigre entre ambos continentes.
La información compartida entre los 23 países participantes antes de las operaciones permitió a los investigadores centrarse en las nuevas rutas de tráfico de especies silvestres. Los agentes participantes realizaron inspecciones en controles de carretera y en puntos fronterizos terrestres, marítimos y aeroportuarios a lo largo de la fase táctica de agosto y septiembre.
“El cuarto mayor comercio ilegal del mundo -los delitos contra la fauna y la flora silvestres- va de la mano de la evasión fiscal, la corrupción, el blanqueo de capitales e incluso el asesinato, ya que los grupos de delincuencia organizada utilizan las mismas rutas para el contrabando de fauna y flora silvestres protegidas que para el de personas, armas, drogas y otros productos ilegales”, declaró Ilana de Wild, Directora de Delincuencia Organizada y Emergente de INTERPOL.
“Se necesitan respuestas contundentes y coordinadas, como la operación Golden Strike, para hacer frente a las actividades de los grupos de delincuencia organizada transnacional implicados en los delitos contra la fauna y la flora silvestres y para interrumpir las cadenas de comercio ilegal en los Estados del área de distribución, de tránsito y de destino”, añadió la Sra. de Wild.
Aunque todavía se están obteniendo resultados, la operación ha permitido incautar varios miles de productos derivados de la fauna y la flora silvestres e identificar a unos 100 sospechosos en 23 países, lo que ha dado lugar a detenciones en todo el mundo y a nuevas investigaciones relacionadas con el tráfico de especies silvestres.
Una muestra de las incautaciones realizadas hasta el momento son:
- 1.202 piezas de marfil con un peso superior a 423 kg y 78 escamas de especies de pangolín
- 50 cuernos de rinoceronte con un peso de 72 kg
- 46 kg de vejigas de totoaba
- Más de 3.785 piezas y 52 kg de moluscos
- 42 dientes de tiburón
- 33 corales rojos
- 1336 otras especies protegidas por la CITES
- Especímenes vivos que incluyen: 3 tortugas y galápagos
- Más de 120 aves
“La operación Golden Strike ha proporcionado una plataforma para que los países participantes actúen de forma sincronizada, lo que indica la firme resolución de las autoridades policiales en la lucha contra este tipo de delitos”, declaró Duan Daqi, Jefe de la Oficina Central Nacional de INTERPOL en Pekín.
La operación Golden Strike está financiada por el gobierno de China. Para ilustrar que los grupos de delincuencia organizada que se dedican al tráfico de especies silvestres entre África y Asia siguen utilizando las rutas tradicionales, las autoridades de Malasia decomisaron 50 cuernos de rinoceronte procedentes de Mozambique.
Asimismo, la cooperación policial internacional entre Sudáfrica y Malasia permitió la detención y el enjuiciamiento de dos sospechosos que traficaban con 45 kg de cuernos de rinoceronte entre ambos continentes.
Las autoridades qataríes se incautaron de 10 kg de cuernos de rinoceronte procedentes de Mozambique con destino a Vietnam, lo que ilustra cómo los productos derivados de la fauna y la flora silvestres transitan cada vez más por los países de Oriente Próximo de camino a Asia.
En las operaciones también se produjo un aumento del tráfico panafricano, como la incautación en la República Democrática del Congo de 50 kg de colmillos de elefante y 60 loros grises con destino a Uganda.
Con el confinamiento pandémico y las restricciones a los viajes de los últimos 18 meses, que han obligado a los delincuentes contra la fauna y la flora silvestres a pasar de los mercados físicos a los digitales, las investigaciones vieron un aumento de los delitos contra la fauna y la flora silvestres cometidos a través de sitios de comercio electrónico, plataformas de medios sociales y grupos de WhatsApp.
Como resultado, Tailandia cerró 12 sitios y 20 están siendo investigados.
Los resultados también pusieron de manifiesto un aumento del uso de jaulas de pájaros para ocultar y contrabandear marfil, como pudo comprobar la Autoridad de Inmigración y Control de Singapur, que incautó un envío de jaulas de pájaros que contenía 256 piezas de marfil ocultas. Menos de un mes después, interceptaron un envío similar que contenía 184 piezas de marfil también ocultas en jaulas para pájaros.
La información recopilada durante la operación e introducida en el amplio abanico de bases de datos policiales de INTERPOL ha desencadenado investigaciones conexas que se están llevando a cabo en otras partes del mundo, en particular en relación con casos de fauna y flora silvestres por medios informáticos.
Se prevé que se produzcan más detenciones y procesamientos a medida que avancen las investigaciones en curso en todo el mundo.
Entre los países participantes se encuentran Botsuana, Camboya, Camerún, República Centroafricana, Congo RDC, China (incluido Hong Kong), Gabón, Indonesia, Kenia, Laos, Madagascar, Malasia, Malawi, Nepal, Nigeria, Filipinas, Singapur, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Vietnam y Zimbabue.
Todas las actividades de INTERPOL en materia de seguridad medioambiental se financian con fondos externos y dependen de asociaciones sostenibles. La Unidad de Seguridad Medioambiental trabaja en estrecha colaboración con organizaciones gubernamentales, no gubernamentales e internacionales para desbaratar los grupos delictivos organizados transnacionales implicados en delitos contra el medio ambiente. Estos socios también nos ayudan a proporcionar a nuestros países miembros apoyo técnico y logístico.