La operación conjunta de Mossos y Policía Nacional ha permitido detener a los presuntos responsables del robo cometido en octubre en una conocida casa de subastas de Barcelona, donde sustrajeron joyas valoradas en un millón de euros
La investigación ha permitido constatar la vinculación de dos conocidos grupos delincuenciales -un establecido en la Comunidad de Madrid y otro en Cataluña-, los que se concertaban para cometer robos en diferentes puntos del Estado
Sus integrantes acumulan 251 antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio
Agentes de la Policía de la Generalidad-Mossos d´Escuadra de la División de Investigación Criminal (DIC) y de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal itinerante especializado en la comisión de robos con fuerza.
La operación conjunta ha permitido detener a cuatro hombres, dos en Cataluña, los municipios de Martorelles y Mollet del Vallés, y los otros dos en Madrid, en las localidades de Leganés y Pinto. A los arrestados se les considera los presuntos responsables del robo cometido en octubre en una conocida casa de subastas de Barcelona, donde sustrajeron joyas valoradas en un millón de euros.
La investigación ha permitido constatar que el entramado criminal estaba integrado por dos conocidos grupos delincuenciales, un establecido en Madrid y otro en Cataluña, que estaban vinculados entre sí, y que sus integrantes acumulaban un total de 251 antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio.
Los hechos se remontan al mes de octubre, cuando los Mossos tuvieron conocimiento de que se había producido un robo con fuerza en una sala de subastas de Barcelona. Los ladrones accedieron al sótano del establecimiento por los patios interiores del edificio. Una vez dentro del establecimiento realizaron un butrón en una de las paredes que daba acceso a la cámara acorazada, lo violentaron con un soplete de oxicorte. Del interior de la cámara y de los diferentes escaparates del local, lograron llevarse joyas por valor de un millón de euros, una parte de las cuales eran propiedad de la casa de subastas y la otra de diferentes clientes que las habían depositado a la espera de ser subastadas.
Gracias a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad, tanto de la casa de subastas como de los alrededores, los agentes observaron cómo los autores de los hechos, con guantes y otras prendas para ocultar el rostro, entraban y salían del local en varias ocasiones, llevaban mochilas y maletas que contenían las herramientas necesarias para cometer el robo. Asimismo, las imágenes captaron como algunos de los miembros de la organización realizaban labores de vigilancia en el exterior del local con el fin de detectar presencia policial y alerta el resto del grupo.
Los asaltantes abandonaron las botellas de gases industriales usados para el soplete de oxicorte y otras herramientas utilizadas para la comisión del robo, pero se llevaron gran parte de las imágenes de seguridad del establecimiento.
Un grupo con una gran experiencia delictiva y un alto grado de especialización
La DIC inició una investigación que permitió constatar que el hecho delictivo había sido cometido por individuos con un alto grado de especialización y experiencia. Los autores contaban con un perfecto conocimiento del uso de sopletes de oxicorte, lanzas térmicas e inhibidores de frecuencia. Además, también disponían de los conocimientos técnicos necesarios para la desactivación de alarmas, la realización de butrones, y el forzamiento y apertura de cámaras acorazadas y cajas fuertes.
Días después del robo aparecieron abandonadas y quemadas, en una zona inundable del río Besós al municipio de Sant Fost de Campsentelles, diferentes partes no valiosas de las joyas, tales como maquinaria interna de relojes y elementos decorativos, y las etiquetas identificativas de los objetos para su subasta.
Tras varias gestiones policiales, los Mossos lograron identificar dos de los autores del robo, dos delincuentes especializados en este tipo de robos que estarían ubicados en el Vallès Oriental. Este hecho permitió que días más tarde la Policía Nacional identificara y localizara en Madrid el resto de los investigados.
Ante estos hechos se constituyó un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) formado por agentes de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, el cual permitió constatar que los autores del robo formaban dos grupos delincuenciales vinculados entre sí que se concertaban para a cometer robos en diferentes puntos del territorio. Unos estaban establecidos en Madrid, mientras que otros residían en Barcelona, y todos ellos eran bien conocidos por contar con amplios historiales delictivos.
Cuatro detenidos y seis registros simultáneos en Madrid y Barcelona
El 7 de abril se estableció un dispositivo policial conjunto que permitió detener a cuatro personas y realizar cuatro entradas y registros en los domicilios que los arrestados tenían en Madrid y Cataluña. Un quinto miembro del grupo está en busca y captura pendiente de su detención.
Dos de las detenciones y los registros se llevaron a cabo en Leganés y Pinto, mientras que los otros dos detenidos y registros se realizaron en Martorelles y Mollet del Vallés.
En los domicilios de los arrestados los agentes intervinieron 1.700 euros en efectivo, un equipo completo de soplete oxicorte, ordenadores portátiles, un disco duro, varios teléfonos y tarjetas SIM. También se encontraron dos inhibidores de frecuencia, un equipo de escalada, una uniformidad completa de una empresa de telefonía y numerosas piezas de ropa y calzado utilizadas durante los robos para impedir su identificación (guantes, tapabocas y pasamontañas).
Los policías también localizaron dos trasteros en Móstoles (Madrid), donde encontraron varias herramientas para cometer robos con fuerza (palanquetas, mazas, claves de leva, destornilladores, un extractor de bombines, un martillo neumático y una radial, entre otros).
Los cuatro arrestados tras pasar a disposición judicial quedaron en libertad con cargos con medidas cautelares.
La investigación continúa abierta.